Maitane ALDANONDO
Bilbo

alternativas ecológicas y sostenibles, a pie de calle

La marca de cosmética sólida Banbu inaugura este viernes en Bilbo su primera tienda propia. Una decisión acorde a sus valores con la que buscan la conexión directa con sus clientes así como aportar su granito de arena para el mantenimiento del comercio local.

Compaginar la venta física y la digital es una paso cada vez más común para todo tipo de comercios. La dirección más habitual para ese salto sigue siendo de la calle a Internet, aunque hay quien va contracorriente. Es el caso de la marca de cosmética vegana y ecológica Banbu. Creada en Arrasate por Verónica Diez y Rodrigo Folgueira, comenzó su andadura en 2019 con un e-commerce y varios puntos de venta en establecimientos multimarca. Una red comercial cada vez más amplia a la que este viernes le sumarán otra nueva pieza: Una tienda propia en la Gran Vía de Bilbao.

La decisión responde a varias cuestiones. Por una parte, ganar en presencia física y mejorar la marca; por otra, acercarse al consumidor final. A través de su tienda online tienen contacto directo con sus compradores, pero en palabras de Folgueira «la conexión y la comunicación son muy frías, distantes»; mientras que en el caso de los puntos de venta obtienen la experiencia del usuario que les transmite la tienda, pero no la experiencia real. «Buscamos la relación directa con el cliente final, que nos trasmita sensaciones, y poder seguir desarrollando nuestros nuevos productos teniendo en cuenta esos comentarios, aportes o ideas que nos puede dar».

Son conscientes de que la tendencia es la contraria, pero es una opción más afín a sus valores y filosofía, ya que comprar online tiene un alto impacto medioambiental. Folgueira opina que el canal físico «aún tiene su mercado» y el aporte de Banbu tiene que ser «estar cerca de la gente e intentar poner nuestro granito de arena a que el comercio local no desaparezca. Ahora mismo te das una vuelta por Bilbo y hay un montón de locales vacíos, es una lástima».

El responsable apunta que el mercado de la cosmética sólida está creciendo en el Estado, pero aún no está del todo desarrollado. Los tres puntos de venta principales de Banbu son la CAV, Madrid y Barcelona; y escogieron la capital bizkaitarra por «proximidad, conocimiento y por ser de aquí». Si funciona bien planean expandirse a nivel estatal o incluso europeo. Hasta ahora el principal canal de comercialización ha sido las tiendas multimarca: 450 en el Estado y 50 en diez países europeos.

Mayor conciencia

Diez y Folgueira pusieron en marcha Banbu ante las escasas alternativas existentes en el mercado para vivir sin plástico y sin generar residuos. Su seña de identidad son los cosméticos sólidos, que fabrican a mano y cuentan con el certificado CAAE y PETA así como con los sellos bio.inspecta y BioVidaSana que aseguran tanto su composición ecológica y vegana como que no han sido probados en animales. Al tratarse de productos sólidos, el peso y el espacio necesario para su transporte disminuye, lo que se traduce en menos emisiones al limitar los trayectos. Junto con estos productos también venden otros de baño, hogar o regalo sostenibles y duraderos, que se alejan de la lógica de usar y tirar. Así mismo, los envases que emplean son reciclables y compostables.

El cofundador de Banbu percibe una mayor conciencia aunque cree que las grandes empresas «están intentando sumarse al carro» lo que está provocando el auge del «greenwashing» o ecoblanqueo –presentar algo como respetuoso con el medioambiente aunque realmente no lo sea–. «Ahora está muy de moda. Todo es bio, eco, sostenible... Hay un poco de trampa. Pero creo que el mercado es capaz de identificar lo que es verdad y lo que es engaño». Sin embargo, de está situación también se extrae una conclusión positiva: el interés aumenta.

La iniciativa ha ido evolucionando en estos meses y la plantilla se ha ampliado hasta llegar a nueve trabajadores. Un equipo de entre 20 y 35 años, ya que quieren «dar oportunidades» a la gente joven para la que el acceso al trabajo «está muy complicado». En ese sentido, la tienda supone la creación de dos puestos de trabajo, si bien inicialmente Diez ocupará uno de ellos. Recientemente han trasladado la empresa a Torrelavega (Cantabria) y ven el futuro de Banbu con «mucho entusiasmo y energía». No obstante, Folgueira reconoce que los problemas crecen a medida que lo hace el negocio, pero no así los apoyos. «Echamos en falta un poco de soporte de las instituciones. Seguimos creciendo, dando empleo y de momento no hemos recibido ninguna ayuda. Si nos ayudaran un poquito iría mejor. Estamos poniendo mucho empeño pero a veces falta financiación, ayudas….», concluye.