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CUANDO LA INCURSIÓN DE LA CRIPTOMONEDA GANA TERRENO EN EL CAMPO FINANCIERO

Las incursiones de la criptomoneda en el ámbito financiero preocupa a reguladores y entidades, que ven como estos volátiles activos «juegan» en su terreno con mayor asiduidad. «La cripto es un nuevo sistema bancario paralelo», aseguran.

Las primeras criptomonedas surgieron con fuerza tras la crisis financiera de 2008 como moneda para efectuar pagos en línea directamente de una persona a otra sin pasar por una institución financiera. De hecho, ambicionaba acabar con las entidades monetarias y financieras tradicionales, tal y como se explicaba en el libro blanco de Satoshi Nakamoto, apodo del misterioso inventor del bitcóin que cuenta con una estatua en un parque tecnológico de Budapest.

Desde entonces se han lanzado numerosas monedas virtuales –bitcóin es la más extendida– y en la actualidad existen más de 11.000, según el sitio especializado CoinMarketCap. En este tiempo ha dado tal salto que su uso se ha «normalizado» y extendido, hasta tal punto que restaurantes y tiendas fuera de la red aceptan estos activos como forma de pago en grandes ciudades de todo el mundo. El bitcóin ha llegado incluso a convertirse en moneda de curso legal en El Salvador, y en Cuba se ha regularizado el uso de las criptomonedas en transacciones comerciales.

El Banco Central de Cuba deja claro que «las instituciones financieras y demás personas jurídicas solo pueden usar activos virtuales entre ellas y con personas naturales para realizar operaciones monetario-mercantiles y de canje y recanje».

Advierte de que las operaciones con estos volátiles activos virtuales implican «riesgos para la política monetaria y la estabilidad financiera, debido a la alta volatilidad que los caracteriza y por llevarse a cabo en redes de datos en el ciberespacio, por lo general descentralizadas, sin que exista control de emisión, regulación» ni «supervisión oficial».

El bitcóin es una de las criptomonedas más utilizadas y su demanda se disparó después del anuncio en octubre del pasado año de que el gigante de los pagos en línea Paypal invitaba a sus usuarios norteamericanos a utilizarla para sus compras y ventas.

Las empresas creadas en el mundo de las criptomonedas proponen, además, servicios similares a los que prestan los bancos tradicionales con la apertura de cuentas remuneradas o la concesión de crédito. Y esta evolución no agrada a los reguladores, que quieren controlar este sector poco legislado. Los últimos movimientos con ese objetivo se han dado en Estados Unidos, donde la autoridad bursátil, SEC, llama a poner «orden» en el «Far West de las criptomonedas».

A principios de setiembre, la plataforma de intercambio de divisas digitales Coinbase Lend divulgó sus negociaciones con la SEC, que amenaza con llevarle ante la Justicia si no renuncia a lanzar su oferta de cuenta remunerada. La plataforma busca que los usuarios pongan divisas a su disposición con intereses, un servicio que ya proponen otros agentes «cripto» desde hace años.

En julio, los fiscales de varios estados del país ya pidieron a la plataforma BlockFi que renunciara a su propia cuenta remunerada, que anuncia tasas de interés de hasta el 8% al año, cuando la mayoría de los bancos tradicionales ofrecen el 0,01%.

«Sistema bancario paralelo»

«La cripto es un nuevo sistema bancario paralelo», declaró recientemente la senadora Elizabeth Warren. «Ofrecen productos bancarios, pero la ley de bancos estadounidense no se aplica a Coinbase», precisa el profesor de Derecho y Regulación Financiera de la Universidad de Cornell Dan Awrey.

Y ese, precisamente, es el mensaje que se lanza desde los principales bancos centrales del mundo, la falta de regulación. Todos ellos estudian la posibilidad de lanzar sus propias monedas digitales y, mientras, redoblan sus alertas sobre los riesgos de los productos con estos activos tan volátiles que ofrecen estas plataformas, que no tienen el estatus de banco o entidad de crédito y no están vinculadas a los bancos centrales ni bajo la supervisión de los reguladores bancarios. En EEUU se están redactando proyectos de ley para controlar el sector. El presidente de la SEC, Gary Gensler, compareció a principios de semana anta la Comisión Bancaria del Senado y mostró su preocupación por los préstamos en criptomonedas. «Francamente, para mí, esto se parece más al Lejano Oeste que a otra cosa. Este tipo de activos abunda en fraudes, podemos mejorar», aseguró el exbanquero de Goldman Sachs, que lleva cinco meses al frente del gendarme de los mercados estadounidenses.

«Solo es cuestión de tiempo que los cuestionarios de la SEC lleguen a todas las firmas que operan en criptomonedas», señala Antoni Trenchev, cofundador de la plataforma Nexo de intercambio de divisas radicada en Gran Bretaña. Nexo ofrece tasas de hasta un 12% por sus depósitos digitales y créditos con la garantía de su cartera de criptomonedas. «No lo veo como un intento de controlar nuestra industria», declara ante las advertencias de los reguladores y autoridades judiciales. «Es simplemente una forma de proteger a los consumidores, que es su razón de ser», manifiesta Trenchev, antes de considerar que «muestra que nuestra entidad está llegando al gran público». «Si estuviera más regulado, podría crecer todavía más», destacó.

Aunque la SEC es la autoridad competente, las medidas que puede imponer son limitadas, según precisa el profesor Awrey, ya que solo conciernen a la transparencia, a los riesgos en particular. Explica, así, que la regulación no está adaptada para los ahorradores que quieran utilizar estas plataformas para tener una cuenta de ahorro, depósitos que en el sistema bancario tradicional son objeto de una protección, lo que no ocurre en estas plataformas. «Hay una ley mal definida que se aplica, sin duda, a Coinbase» y a otros operadores de criptomonedas que «estaría totalmente adaptada (a la normativa bancaria) pero que no es aplicable», afirma Dan Awery.

Durante su comparecencia, Gesler destacó que «partes importantes» de este sector funcionan «fuera del sistema reglamentario que protege a inversores y consumidores».

Muchas plataformas como Nexo no están radicadas en Estados Unidos y el mismo modelo de criptomonedas, descentralizado, necesitaría, por tanto, una regulación mundial. Pese a todo, «el regulador al que hay que seguir en este momento es la SEC», subraya Antoni Trenchev. «Y es que si Estados Unidos adoptara una legislación sobre criptomonedas, muchos otros le seguirán», dice.

En Italia, el Consob, el regulador financiero, llama a los inversores a tener «la máxima precaución a la hora de realizar transacciones con productos relacionados con criptoactivos, ya que puede implicar la pérdida total de las inversiones».

Las plataformas de criptomonedas ganan terreno también en el mercado deportivo y se augura una rapidísima expansión. Los fan tokens, las criptomonedas asociadas a entidades deportivas, fundamentalmente de fútbol, han llegado para quedarse. En la actualidad, este mercado tiene un valor superior a los 500 millones de dólares, según datos de la web especializada Fan Token Rank. Los expertos llaman a seguir de cerca todo lo referente a la protección de los consumidores, ya que el potente efecto de futbolistas estrella sobre la ciudadanía «puede llevar a inversiones irreflexivas pero con implicaciones financieras importantes».

Uno de los últimos ejemplos es la fiebre desatada con el fichaje de Leo Messi por el París Saint-Germain (PSG), club que pagó parte de la prima en «fan token» y que ya tiene «en vías de amortizarse» los cerca de 80 millones de euros que gastará este curso con el astro argentino.

En el Estado español, los fan tokens no se consideran productos financieros sino utility token, vales que otorgan el derecho de acceso a un servicio o producto, por lo que no están regulados por la CNMV.