Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Worth»

Los fríos números frente a las vidas humanas

Quien vaya a ver “Worth” (2020) esperando encontrarse con un thriller judicial o con una obra de denuncia política no podrá evitar sentir cierta decepción, porque la siempre personal realizadora Sala Colangelo no se ha dejado tentar por ninguno de esos dos géneros, sin duda los más obvios a la hora de tratar unos hechos reales recientes de gran trascendencia social en los Estados Unidos. Ella es coherente con sus anteriores “Little Accidents” (2014) y “La profesora de parvulario” (2018), que eran retratos actorales en primer plano con Elizabeth Banks y Maggie Gyllenhall, respectivamente, antes que análisis de las situaciones en que se veían inmersas, ya tuvieran que ver con la minería o con la educación primaria. Pues bien, ahora se apoya en el duelo interpretativo entre Michael Keaton y Stanley Tucci para confrontar las dos caras de una tragedia colectiva, la económica y la puramente humana.

El tercer largometraje de Sara Colangelo se centra en los dilemas morales, y a partir de dicho enfoque trata de aportar luz a la resolución de conflictos mediante el diálogo. Por eso el tono conversacional de la película, aun a fuerza de hacerse reiterativo, está más que justificado. Se suele decir que hablando se entiende la gente, pero aquí es más que eso, porque se apuesta por la fuerza transformadora del diálogo. Al principio del relato el abogado encarnado por Keaton es un convencido de la justa repartición compensatoria, basada única y exclusivamente en fórmulas matemáticas y estadísticas. Pero el representatante legal de las familias de las víctimas del 11-S (perdió a su mujer en los atentados), incorporado por Tucci, le hará ver y comprender que no se puede poner precio a una vida.

Aunque “Worth” (2020) cuenta con un amplio y excelente reparto, nunca intenta caer en la coralidad ante la imposibilidad de reflejar el sentir de un total de siete mil demandantes.