V.E.
BLUE MOON

La familia mal programada

La ópera prima de Alina Grigore va a rebufo de ese cine del caos en el que Rusia y sus satélites están marcando la pauta a seguir. De la mano de genios como el malogrado Aleksey German o Kirill Serebrennikov, la pantalla se transforma en un hilo conductor del sinsentido, comportándose así como un coche destartalado, destinado a estamparse. La cineasta rumana intenta jugar en esta misma liga, y por un momento, parece que va a conseguirlo.

Su película habla de lazos y relaciones enfermizas, pone sobre la mesa negocios de una turbiedad que apesta, convierte todas las conversaciones en una bronca infernal y amenaza con romper en mil pedazos cada elemento de la escenografía. Todo, con el mismo tacto que un elefante en una cacharrería: cuanto más alboroto, mejor. Cine de la perreta, de una locura que todo lo invade. “Bue Moon” nos obligará a vivir en el interior de una mente (colectiva) desquiciada, una jugada que suena a excesivo ajuste de cuentas con la barbarie del mundo rural.