Alessandro RUTA
Elkarrizketa
LUIS SCOLA
EXJUGADOR DEL BASKONIA

«A ver si convertimos Varese en una estructura como la del Baskonia»

Luis Scola ha dejado la práctica de baloncesto después de una larguísima y exitosa trayectoria. En sus ocho temporadas en Gasteiz, se convirtió en uno de los jugadores más queridos. Hace dos años recaló en la liga italiana y ahora será el consejero delegado de Varese, su último club como jugador.

Hace tan solo unos días, la ficha técnica de Luis Scola en Wikipedia ha cambiado de “exjugador de baloncesto” a “consejero delegado del equipo de baloncesto de Varese”. El equipo de Lombardia ha sido su último club como profesional después de una larguísima trayectoria entre ACB (Baskonia), NBA, China y Liga italiana. Un paso de gigante del argentino, que ahora no mandará en la cancha, sino en la oficina del equipo tricolor más laureado de Europa, con sus cinco Euroligas en el bolsillo; la última, sin embargo, data de 1976. Un equipo que en las últimas temporadas no ha tenido los mejores momentos de su historia pero que quiere mover algo en las jerarquías del baloncesto italiano.

Le vimos en los Juegos de Tokio llorando después de su último partido como profesional. ¿Qué hizo después?

Me fui de vacaciones con mi familia a Grecia, dos semanas desconectando un poco. Había concentrado todos mis últimos meses en la preparación para los Juegos Olímpicos y necesitaba relajarme.

En pocas semanas ha pasado de vestir la camiseta de Varese a llevar camisa y corbata. ¿Había hablado ya con la directiva?

No del todo pero durante la última temporada, de vez en cuando, estuvimos acercando posturas con el presidente y el proprietario. Ellos sinceramente hubieran querido que siguiese como jugador pero mi cuerpo y mi mente habían dicho ya que no: «¡Basta!» Prefería otro rol en el club y lo concretamos después de las vacaciones.

Normalmente en el baloncesto, cuando un jugador deja de jugar se convierte en entrenador. ¿Cómo se explica su decisión?

Por que yo no me considero un buen entrenador. Yo estoy enamorado del baloncesto pero para ser entrenador hay que llevarlo instintivamente por dentro. En mis últimas temporadas como profesional he ido pensando en mi vida fuera de la cancha y me veía más en una directiva que en un banquillo o en un gimnasio cada día. Dicho esto, en cuanto pueda yo me entreno por mi cuenta.

¿Cuál será su aportación al club?

Llego con el equipo ya hecho y el trabajo para esta temporada ya finalizado, hablando deportivamente. Luego, si pasara algo raro en la plantilla o si hubiera que hacer algún cambio, intervendré allí. En cualquier caso, si necesitaran mi opinión sobre algo extra-deportivo, también estaré disponible.

En la primera rueda de prensa han hablado de un proyecto a medio plazo, probablemente de cinco temporadas. ¿Cómo ve a Varese, digamos, en 2026?

Primero, espero que sea un club sostenible. Hablando con el presidente hemos llegado a un proyecto que necesitaría mucho más que cinco años, entre 10 y 15. Pero aún así, la base serán estos cinco años; subir un poco el presupuesto del club, encontrar patrocinadores, construir una buena cantera y un buen equipo, por supuesto.

¿Todavía sigue al Baskonia?

Claro, a mí me encanta el baloncesto, soy un aficionado de este deporte y sigo con placer mi exequipo. A ver si convertimos Varese en una estructura como la del Baskonia.