La última detención de Carles Puigdemont acabó como todas las demás: con el expresident recuperando su libertad en cuestión de algunas horas. Su abogado en Italia, Agostinangelo Marras, aclaró que no se decretó ninguna medida cautelar contra él, dado que comprometería su estatus como eurodiputado, pero que debe comparecer el día 4 ante la Corte de Apelación de Sassari, donde tres jueces deliberarán sobre si se le extradita o no. La defensa apunta que la comparecencia de Puigdemont en Sassari podría hacerse de forma telemática. De hecho también fue telemático ayer su encuentro con la juez que lo puso en libertad.

Los medios se agolparon para ver cómo el líder catalán en el exilio abandonaba la prisión adonde fue conducido el jueves tras su llegada a la isla de Cerdeña, donde tenía previsto participar en un evento en favor de la cultura catalana en la isla. Puigdemont salió del paso con ironía y diplomacia. «Todo bien, estoy muy bien, la policía y la guardia penitenciaria me han tratado con una profesionalidad extraordinaria», resaltó.

Puigdemont quitó hierro a su noche en prisión con un «ya sé cómo van estas cosas». Y dejó un recado para los jueces que siguen persiguiéndole: «El Estado español no pierde oportunidad de hacer el ridículo».

La detención en Cerdeña del president que sacó adelante el 1-O y la DUI en Catalunya forzó declaraciones del presidente español, Pedro Sánchez, que estuvo moderado. Más allá de las consignas habituales de respetar a la Justicia española e italiana, Sánchez apeló a la reconciliación y a la necesidad de diálogo. «Hoy más que nunca es importante reivindicar el diálogo. Hoy, si cabe, el diálogo es más necesario. Lo fue hace diez años, lo fue en 2017, lo es hoy y lo seguirá siendo en el futuro», aseguró.

Mientras esto sucedía, desde el PP y lo que queda de Ciudadanos en el Estado se exigía a Sánchez que fuese duro y que declarara abiertamente que el proceso de extradición sobre el que deliberan los jueces italianos constituye un incidente diplomático bilateral. Además de todo ello, le exigieron un compromiso de que Carles Puigdemont no será indultado en ningún caso.

En lo que se refiere a la prensa italiana, los dos principales periódicos – “Il Corriere della Sera” y “La Reppublica”– daban a lo sucedido un tratamiento menor, aunque tenían presente la evolución de la detención en sus ediciones digitales. “Il Corriere”, en concreto, remaba justo en la dirección contraria que el PP. Decía que, en ningún caso, el asunto podía entenderse como un asunto bilateral, sino puramente jurídico. Sí destacaba este medio, el mayor del país, que entre las personas que recibieron a Puigdemont a su salida de la cárcel se encontraba el presidente de región de Cerdeña, el independentista sardo Christian Solinas.

La forma en la que se resolverá este último entuerto jurídico está por ver. Si se escucha a la defensa de Puigdemont y se hace un seguimiento de las decisiones de la justicia europea, el 30 de julio quedaron en suspenso las euroórdenes. No obstante, el juez Llarena –que lleva meses persiguiendo a Puigdemont sin éxito (tuvo su oportunidad en Alemania para extraditarlo por malversación, pero renunció a ella porque suponía renunciar a juzgarle por sedición)– jugó nuevas cartas ayer mismo.

Concretamente, Llarena envió un oficio a los jueces que han de resolver el caso, donde afirma que «el procedimiento judicial del que deriva la euroorden está activo y pendiente de la captura de los procesados en situación de rebeldía». Eso sí, la euroorden a la que hace referencia es la que él emitió en 2019 y que fue suspendida en Europa hace apenas un mes.

Todo lo que acontece a Puigdemont en su exilio toma cariz de asunto de estado en Catalunya. El president Pere Aragonès convocó a los medios a una comparecencia pública con todas las formalidades: sala gótica del Palacio, respaldo de todos sus consellers y declaraciones en inglés para buscar mayor impacto internacional.

Aragonès manifestó que la detención de Puigdemont y esta «represión que no cesa» constituyen un obstáculo en el camino de la distensión política. «Es evidente que estos hechos no ayudan nada al proceso de negociación del conflicto político. No contribuye a generar las condiciones que favorezcan la confianza entre las partes».

Y, como siempre, la persecución al expresident fue respondida con actos de protesta y concentraciones en Catalunya, en las que incluso se escucharon críticas a la mesa de diálogo entre Catalunya y el Estado.

 

Cronología de la persecución a los líderes políticos catalanes

1 de octubre de 2017

Referéndum en Catalunya. Votan más de 2,2 millones y gana el «sí» con un apoyo del 90%.

27 de octubre de 2017

Declaración unilateral de independencia (DUI). Se proclama «una República Catalana como estado independiente». El Senado responde con el artículo 155. Rajoy destituye de su cargo a Puigdemont.

29 de octubre de 2017

Puigdemont se exilia en Bruselas junto con varios de sus consellers: Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluis Puig y Meritxell Serret. Los consejeros Dolors Bassa y Joaquim Forn, que también se marcharon, vuelven para declarar ante la Audiencia Nacional.

2 de noviembre de 2017

La Audiencia Nacional, por orden de la juez Carmen Lamela, decreta prisión sin fianza para los líderes políticos catalanes: Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Meritxell Borràs, Raül Romeva, Carles Mundó, Dolors Bassa y Joaquim Forn. También lanza una orden de detención contra Puigdemont y los exiliados.

25 de marzo de 2018

Después de que Llarena reactive la orden, la policía alemana detiene a Puigdemont al cruzar en coche la frontera desde Dinamarca. El expresident ingresa en la cárcel de Neumünster.

5 de abril de 2018

La Fiscalía alemana llega a solicitar la extradición de Puigdemont, pero el tribunal local de Schleswig-Holstein no ve admisible el delito de rebelión y acuerda su libertad bajo fianza.

10 de julio de 2018

El juez Llarena da por cerrada la instrucción. Los exiliados son declarados «en rebeldía».

12 de julio de 2018

El tribunal alemán de Schleswig-Holsteinn acepta extraditar a Puigdemont por malversación. Llarena lo rechaza porque eso impediría juzgarle por rebelión.

26 de mayo de 2019

La lista de Puigdemont gana en Catalunya tras cosechar un millón de votos. En consecuencia, Puigdemont, Comín y Ponsatí son elegidos europarlamentarios. Junqueras también resulta electo por Orain Errepublikak.

14 de octubre de 2019

El TS condena a los acusados por sedición: 13 años para Junqueras, 11 y medio a Forcadell, 9 a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, 12 años a Romeva, Turull y Bassa, y 10 años y medio para Forn y Rull.

15 de octubre de 2019

El Supremo reactiva las euroórdenes por sedición y malversación. Puigdemont se etrega ante la Fiscalía belga y queda libre sin fianza.

2 de enero de 2020

Bélgica deja en suspenso la orden de detención europea de Llarena. El juez considera que, tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), ambos gozan de inmunidad como eurodiputados electos.

9 de marzo de 2021

El Parlamento Europeo retira la inmunidad de los eurodiputados Puigdemont, Comín y Ponsatí.

20 de junio de 2021

El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) devuelve la inmunidad a los eurodiputados.

30 de julio de 2021

La Justicia europea desestima las medidas cautelares pedidas por Puigdemont contra el levantamiento de inmunidad, pero suspende las euroórdenes.