Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

Ahora, hasta los 75

Me gustaría charlar apaciblemente con el ministro Escrivá. Preguntarle, por ejemplo, cuántos trabajadores y trabajadoras de más de 55 años conoce y con cuántos ha hablado. Quiero decir de los de 40 horas semanales a pie de obra o de mostrador, arreglando motores, haciendo camas, o escoba en mano. Que me cuente para qué empleos –que no sean asistir, de vez en cuando, a la Junta Directiva de una eléctrica, sentarse media hora a firmar documentos, o tomar vermús de empresa–, considera capacitada a una persona de 75 años. Saber si tiene la más remota idea de lo que significa, económica y psíquicamente, tener que buscar trabajo a partir de los 50; ser tratado como material envejecido, ni apto, ni reciclable con 55, con 60… para qué hablar ya de 65 o 70. Si ha caído en la cuenta de que, a pesar de todo, la solución no es ese cambio cultural que propone, sino garantizar el pleno empleo, para que lo tengamos las personas que queremos y podemos trabajar, sin llevar al límite la vida de otras que, sobradamente, se han ganado ya el descanso de la jubilación. Aclararle, porque parece confundido, que lo que él busca, no es un cambio cultural sino un simple cambio de terminología: llamar trabajador al esclavo. Y decirle que yo estoy dispuesta a trabajar hasta los 75 cuando él lo haga, como él lo haga y cobrando lo que cobre él.