César Manzanos
Doctor en Sociología
JOPUNTUA

Eterno retorno

Dónde estamos? ¿En el retorno al Antiguo Régimen premoderno disfrazado de posmodernidad? ¿En el segundo neofranquismo? ¿En la era de la gelatinización y desvirtualización de las relaciones personales mediante la realidad virtual? Lo importante es que no sepamos dónde estamos para hacer imposible otro lugar u otro tiempo.

Se dice que Nietzsche llamó «eterno retorno», a la idea de que, durante un período infinito de tiempo, todo se repite. A partir de este concepto, desarrolló el deseo de estar dispuesto a vivir exactamente la misma vida una y otra vez por toda la eternidad. Con esta concepción del tiempo social y por tanto económico, político y cultural, siempre han construido la historia quienes se han erigido en dioses que no son sino hombres que nombran el mundo en masculino singular. Y como élites de poder, desde su privilegiada atalaya, se consideran superiores y consiguen reproducir la barbarie sin otro fin que hacer posible su libertad y su bienestar, para lo que resulta imprescindible esclavizar y someter a toda la humanidad y al resto de los seres.

Mientras, en el oscuro agujero de la cronopolítica, donde nada crece ni perdura porque no se le da tiempo para germinar, se recrudece una lucha permanente por cambiar que, irremediablemente, nos lleva a la frustración y al fracaso inducido. Tratan de inhabilitarnos, con bastante éxito, inventando el artilugio de un tiempo lineal pensado en pasado, presente y futuro. Instauran crisis ecológicas, sanitarias, económicas o políticas, en un espectáculo permanente que busca idiotizarnos y erigirse en nuestros salvadores.

La liberación consiste en abandonar su teatro, en aniquilar esa insoportable hipervelocidad que nos condena a la anomalía y el malestar permanente. Si su hegemonía política se fundamenta en el eterno retorno, donde no existe el principio ni el fin, siempre podremos asumir el reto de hacer evidente que esa linealidad del tiempo impuesta jamás nos ha hecho ni nos hará libres como pueblos, como clase, como seres sin género, raza o edad adscritas.