El secretario general de la Federación de Industria (FICA) de UGT-Euskadi, Antonio Ríos, mostró ayer su preocupación por una escalada de parones en la industria como el de Sidenor por el precio «desorbitado» de la energía eléctrica. «Entendemos que estos precios van a arrastrar otras fábricas que ya tenían bastantes dificultades por los costes energéticos. Nos tememos que otras plantas como Arcelor o Nervacero, al final se vean también afectadas por esta subida que no van a poder mantener», advirtió.

Por ello, manifestó el malestar del sindicato por la actitud de los que deben responder a esta subida de los precios de la factura eléctrica, que afecta a los ciudadanos, «pero no nos damos cuenta muchas veces que a las empresas también les afecta muchísimo, hasta el punto de que están parando».

«Vamos a tener un problema en Euskadi mucho más grave, porque el sector siderúrgico es muy potente. A ver si somos capaces de resolver este asunto por un camino o por otro, para que los precios se vayan controlando y se den facilidades a las empresas», explicó.

LAB: «Control público»

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, consideró que una empresa con los beneficios y carga de trabajo como los que tiene Sidenor puede afrontar la subida de los precios de la luz, a la vez que afirmó que la energía es «un bien básico que no debería estar en manos privadas», sino «dentro del control público y publificado».

En una entrevista a Radio Euskadi, la líder de LAB denunció la falta de información sobre las «verdaderas razones y objetivos» de este planteamiento de parón e indicó que tampoco tienen conocimiento exacto de cómo se plantea llevar a cabo. «Lo que sí estamos viendo es una instrumentalización clara de la plantilla para otros objetivos», criticó en las ondas.

«Una vez más, se pretende que los paganos sean los trabajadores y, además, doblemente paganos en esta ocasión, porque les toca la subida de la luz y no sabemos cómo afectará ese parón», concluyó.