Una sesión después de cerrar por encima de los 9.000 puntos, el Ibex volvía a perderlos a las primeras de cambio. Al igual que sucedía el 21 de octubre, fecha posterior a su anterior conquista de esa referencia sicológica, se quedó sin aliento para consolidar la tendencia al alza y acercarse a sus máximos anuales de 9.281 puntos del 14 de junio. El Ibex registró una caída del 0,33%, hasta los 8.972,30 puntos.

En esta ocasión, el freno principal fueron los valores bancarios, encabezados por el recorte de Santander (-2,85%). La entidad presidida por Ana Botín anunció un beneficio de 5.849 millones de euros hasta setiembre. El resto del sector, excepto Bankinter (+0,06%), se vio arrastrado a la zona de pérdidas: BBVA se dejaba un 1,20%, Sabadell, un 1,83%, y Caixabank, un 2,04%. En el lado de las subidas, destacaron las energéticas. Iberdrola se anotó un 1,66%, tras presentar una ganancia de 5.849 millones de euros, un 10,2% menos. Cerraron al alza Enagás (+1,77%), Endesa (+2,03%) y Red Eléctrica (+2,35%).

En las bolsas se siguen de cerca los resultados empresariales en EEUU, que están batiendo, en su gran mayoría, las previsiones. Entre todos, se puede destacar a Microsoft, que ganaba en su primer trimestre fiscal 20.500 millones de dólares, un 48% más, y renovaba sus máximos.

Las bolsas europeas no escaparon de los números rojos. París bajó un 0,19%, Fráncfort, un 0,33%, Milán, un 0,61%, y Londres, un 0,33%. En Nueva York se frenaba ayer la racha de máximos históricos. Una hora después del cierre en Europa, el S&P cedía levemente, y el Dow Jones, más de un 0,30%. Por su parte, el Nasdaq 100 ganaba un 0,80%, empujado por los altos beneficios de las grandes compañías.