Daniel GALVALIZI
MADRID

La CEOE dice que «ojalá» tuviera veto sobre la reforma laboral

En un discurso en tono partidista y a contramano del nuevo consenso europeo, el presidente de la CEOE exigió «rigor fiscal» y dijo que si la patronal «tiene que decir no, dirá que no» a los cambios que haga el Gobierno en su intento de derogar la reforma del PP.

El momento para hablar era el más álgido posible y Antonio Garamendi Lecanda no decepcionó. Invitado por el New Economy Forum de Madrid para dar una conferencia sobre la coyuntura económica, el presidente de la CEOE, dejó clara su posición contraria a la derogación de la reforma laboral de 2012, en medio de los chispazos entre el PSOE y UP.

Con el presidente del PP, Pablo Casado, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Cs), entre el auditorio, Garamendi fue presentado por el periodista Fernando Ónega, quien en tono casi de homenaje en vida citó los paseos en barco por el Ibaizabal que suele hacer el jefe de la patronal, recordó que fue creador de la Asociación de Jóvenes Empresarios del País Vasco y le llamó «luchador». Acto seguido, en una ironía de dudoso gusto dijo que actualmente «mete mano» con la ministra Yolanda Díaz y que hay «una tercera en discordia, Nadia, y una cuarta, Ione Belarra», que constituyen «casi una serie turca de este tiempo».

Con esa presentación extravagante, el líder de la patronal arrancó hablando sobre la situación económica: «No podemos decir que esto va como un cohete ni que esto va fatal». Sin embargo, matizó que a les «preocupa que sabiendo que se está recuperando el empleo» ahora se intenten unos presupuestos «sin equilibrio presupuestario».

«A la hora de trabajar, trabajemos con rigor, con ortodoxia económica y equilibrio. Si lo hacemos mal tendremos problemas en 2023. Ya la inflación no está dando un disgusto», señaló, a contramano de los nuevos consensos en la UE y la relajación de las medidas de austeridad fiscal. Preguntado por las líneas rojas en la negociación de la reforma laboral se permitió bromear indicando que «bueno, rojo rojo, solo las rayas que puede tener mi querido Athletic de Bilbao». Luego añadió que la patronal está «siempre dispuesta a hablar, incluso cuando no se pueda más por cansancio».

«Los acuerdos se hacen hablando y no sacando públicamente debates que interesadamente se filtran», declaró, esbozando una crítica a las filtraciones de la coalición de Gobierno, y subrayando que «no vamos a entrar en ese juego, cuando me he quejado de que se filtren las cosas, lo que no se puede hacer es radicalizar el mensaje y encima en la calle».

Además, quiso volver a poner la atención en las deudas pendientes de la política. «La temporalidad en el sector público es del 22%, y en el sector privado, del 30%. Nosotros somos malos, malísimos, pero nos adentramos en temas y los sacamos adelante, como la ley de riders».

A vueltas con la reforma laboral, señaló que «nosotros no tenemos derecho de veto, ¡ojalá! Se ha demostrado con lo que ha sido lo del salario mínimo. Hemos explicado por que no estábamos de acuerdo».

Tras el turno de preguntas, recalcó que «si tenemos que decir que no (a la reforma), lo diremos. Respetando la legitimidad de quien la tiene... pero nosotros también tenemos la que nos da el artículo 7 de la Constitución, somos agente social».

Las declaraciones de Garamendi se producen en medio del cruce de mensajes entre los socios del Ejecutivo español recrudecido tras la reunión de la comisión de seguimiento del pacto de investidura.