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WASHINGTON

La NASA lanza la primera misión para desviar un asteroide

La NASA lanzó ayer con éxito la nave espacial Dart, primera misión del mundo para probar tecnología de desvío de asteroides. Su objetivo será estrellarse contra la pequeña luna de un asteroide a 11 millones de kilómetros de la Tierra en otoño de 2022 y comprobar si el impacto es suficiente para desviar su órbita. Trata así de probar si esta técnica es efectiva para desviar objetos potencialmente peligrosos para la Tierra.

A las 06.21 UTC, desde la base de Vandeneberg en California y a bordo de un cohete Falcon 9 de Space X, la misión Dart (Double Asteroid Redirection Test) comenzó un viaje de diez meses con el fin de estrellarse contra un asteroide a once millones de kilómetros de la Tierra.

Dart consiste en una nave espacial más pequeña que un automóvil, flanqueada por dos largos paneles solares, que impactará con la pequeña luna de un asteroide para desviar su órbita alrededor del cuerpo principal. Así se probará la técnica para desviar objetos peligrosos de sus trayectorias hacia nuestro planeta.

Esto es solo una prueba, el asteroide no supone una amenaza para la Tierra. Pero la NASA se toma en serio el objetivo de la misión. Contabiliza algo más de 27.500 asteroides de todos los tamaños cerca de la Tierra y «ninguno de ellos representa una amenaza en los próximos cien años», aseguró Thomas Zurbuchen, director de misiones científicas de la agencia.

Pero los expertos estiman que solo conocen el 40% de los asteroides que miden 140 metros o más, los que pueden devastar una región completa, y la mayoría aún no se ha descubierto. Por ello la idea es desarrollar una técnica para protegerse en caso de una amenaza futura.

Una pequeña desviación

Dart es la primera misión del mundo en probar técnicas de defensa planetaria, probando un método para la desviación de asteroides llamado impacto cinético. Chocará a una velocidad de unos 6,6 kilómetros por segundo en el pequeño asteroide Dimorphos, de unos 160 metros de diámetro, que orbita alrededor de otro asteroide mayor, Didymos, de 780 metros de diámetro, para cambiar su período orbital.

Mientras Didymos mantendrá prácticamente intacto su movimiento alrededor del Sol, se espera que la colisión desvíe la órbita del pequeño Dimorphos, apenas un 1%, pero lo suficiente como para que se pueda medir con radares y telescopios terrestres. «Es un cambio muy pequeño, pero podría ser todo lo que necesitamos para desviar un asteroide que colisiona con la Tierra, si es necesario, siempre que descubramos este asteroide lo suficientemente pronto», explicó Statler.

La órbita de Didymos también podría modificarse ligeramente, debido a la relación gravitacional con su luna. Pero tan poco que el cambio no se podrá medir. Los investigadores tendrán la posibilidad de ver de cerca el sistema binario del asteroide, aunque sea brevemente, gracias al generador de imágenes Draco, el único instrumento a bordo de Dart, que servirá principalmente como sistema de navegación óptico.

Se desconoce el efecto exacto que tendrá el impacto, ya que depende de la composición del asteroide. Los resultados se utilizarán en los cálculos para ayudar a definir, en el futuro, cuánta masa debe proyectarse contra un tipo determinado de asteroide para provocar una desviación suficiente.

El costo total de la misión, lanzada por la compañía de Elon Musk para la NASA, es de 330 millones de dólares.