Dabid LAZKANOITURUBURU

Las Islas Salomón estallan por las presiones chinas contra Taiwán

Australia ha enviado un contingente militar y policial a las Islas Salomón, inmersas en una revuelta antichina y contra el Gobierno por haber roto relaciones con Taiwán. Las protestas y la oposición exigen la dimisión del primer ministro, que rechazó dejar el cargo, mientras Pekín exige medidas para proteger sus intereses y a la población. Nueva mecha de la creciente tensión en el Indo-Pacífico que prende, otra vez, en Oceanía.

La revuelta popular en las Islas Salomón, con el trasfondo de la rivalidad entre China y Taiwán, no cesa y Australia envió tropas un día después de que una multitud asaltara el Parlamento e incendiara parte del edificio.  

Las Islas Salomón, que desde 1983 tenían relaciones diplomáticas con Taiwán, decidieron en 2019 romper con Taipei y reconocer al poder comunista en Pekín como representante legítimo de China.

El gigante asiático, que reivindica la isla de Taiwán (antigua Formosa) como parte de su territorio, había exigido ese cambio como condición para establecer relaciones diplomáticas con las Salomón.

La marcha atrás de su Gobierno provocó el resentimiento de parte de la población, que tiene relaciones estrechas con los taiwaneses.

El pasado miércoles, cientos de personas salieron a la calle a exigir la dimisión del primer ministro, Manassah Sogavare. Tras asaltar el Parlamento, se dirigieron al barrio chino de Honiara, la capital, donde saquearon comercios y se enfrentaron a la Policía, que disolvió el pogromo con gases lacrimógenos.

Pese al toque de queda, los manifestantes volvieron a salir a la calle ayer jueves y la tensión no cesa.

Australia envía tropas

Manifestantes procedentes de la isla de Malaita participan en las revueltas. Además del restablecimiento de las relaciones con Taiwán, los habitantes de esa isla denuncian discriminación económica y social.

China ha mostrado su «gran preocupación» por sus intereses en esas islas. «Exigimos al Gobierno que tome todas las medidas para asegurar la seguridad de la población y de los intereses chinos», urgió un portavoz diplomático de Pekín, Zhao Lijian.

Australia, principal vecina de las Islas Salomón, de las que le separan 1.500 kilómetros, anunció el despliegue de soldados y policías, de «una fuerza de mantenimiento de la paz», en palabras de su primer ministro, Scott Morrison.

Tras asegurar que «no es intención de Australia intervenir en los asuntos internos de Islas Salomón» y que el despliegue en el archipiélago «no indica ningún posicionamiento en los asuntos internos», Morrison lo justificó «en respuesta directa a una petición del primer ministro (Manasseh Sogavare) para asistir a la Policía de Islas Salomón y garantizar estabilidad y seguridad en su proceso constitucional».

El jefe del Gobierno australiano añadió que espera que el despliegue sea «cuestión de semanas» y que incluye a algo más de cien efectivos, incluidos más de veinte miembros del Grupo de Respuestas Especiales de la Policía Federal.

Sogavare, que en un discurso a la nación el miércoles confirmó contactos con Australia y Papúa Nueva Guinea para estabilizar la situación, rechazó que vaya a dimitir y acusó a «políticos con una agenda propia» de «engañar» a la población».

El líder de la oposición, Matthew Wale, exigió que deje el cargo para que cesen las protestas e imputó la revuelta a la «cólera y la frustración, que se extienden en la calle y son atizadas por oportunistas».

Las Salomón, que se independizaron de Gran Bretaña en 1978, fueron escenario de violencias interétnicas a comienzos de la década de los 2000 y Australia mantuvo tropas en las islas entre 2003 y 2013.

Los sucesos más graves tuvieron también entonces como escenario el barrio chino de Honaira tras las legislativas de 2006, y estallaron debido a los rumores de que empresas próximas a Pekín habrían falsificado las votaciones.