No le fue fácil al Ibex salvar ayer el nivel de los 8.800 puntos, que recuperaba el jueves después de haberlo perdido el 26 de noviembre, cuando se hundía cerca del 5% por la aparición de la variante ómicron. Las caídas de la víspera en Wall Street, sobre todo por parte del Nasdaq 100, que bajaba un 2,57% para hacer mínimos no vistos desde octubre del año pasado, no presagiaban nada bueno. Y todo apuntaba ayer a la pérdida de los 8.800 puntos en el Ibex, hasta que la lucha de la última hora y media se decantó de su lado, a pesar de terminar en rojo. En concreto, cedía un leve 0,12% y el lunes comenzará con 8.806,60 puntos. En la semana, la cuarta consecutiva al alza, se anota un 0,63%.

En el Ibex, las mayores caídas correspondieron a valores relacionados con la energía renovable, siempre sensibles a las expectativas de una subida de los tipos de interés. Siemens Gamesa cayó un 3,12%; Solaria, un 2,63%, y Acciona, un 1,82%. Entre los peores del día también se encontraron Fluidra (-3,81%) y Cellnex (-2,15%). En el apartado de subidas, destacaron Grifols (+3,02%), Merlin (+2,33%) y Enagás (+1,87%). Dentro del grupo de los grandes, el más fuerte era Santander (+1,26%), e Inditex (-0,39%), el más bajista.

En las bolsas europeas los retrocesos fueron notablemente superiores. Las nuevas palabras de Christine Lagarde sobre su intención de tomar todas las medidas necesarias para bajar la inflación del 2% no tuvieron una respuesta positiva de los inversores. Fráncfort restaba un 0,93%; París, un 0,81%; Milán, un 1,08%, y Londres, un 0,28%. En Nueva York, los grandes índices mantenían la corriente bajista del jueves. A la hora del cierre en Europa, tan solo el Nasdaq 100 trataba de asentarse en zona de ganancias.