«En contra de la brecha salarial existente y para mejorar las condiciones laborales precarias» volvieron a movilizarse ayer las trabajadoras del servicio de limpieza del Guggenheim. La protesta arrancó ante la Diputación, a la que exigieron que se implique en la resolución del conflicto.

Tras recorrer las calles del centro de Bilbo, se realizó un acto en las inmediaciones del museo que finalizó con un karaoke como «parodia de la penosa situación». Según denunció ELA, ni el museo, ni la empresa adjudicataria Ferrovial Servicios, ni las instituciones públicas «reconocen la brecha salarial que sufre la plantilla, y la empresa sigue vulnerando el derecho a la huelga de las trabajadoras, sustituyendo a las personas huelguistas y limpiando las zonas de interiores que corresponden al personal en huelga».

Además, el Museo Guggenheim, junto con el Ayuntamiento, «están utilizando maquinaria propia del Consistorio para realizar trabajos exteriores que corresponden al personal en huelga», criticó. «Tras más de veinte años prestando el servicio de limpieza, los salarios no permiten llegar a fin de mes y la parcialidad en la contratación y las cargas de trabajo empeoran considerablemente las condiciones de trabajo», denunció.