Los portavoces de Gure Esku, Amalur Alvarez y Josu Etxaburu, se reunieron ayer con la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, y después acudieron al registro de la Cámara para presentar oficialmente la petición de que retome este mismo otoño el debate que lleve a convertir el derecho a decidir en ley y que, al mismo tiempo, habilite mecanismos que garanticen la participación de la ciudadanía en este debate.

La solicitud de Gure Esku llegó avalada por 21.389 firmas recogidas durante la pandemia para que las instituciones vascas «asuman, regulen y desarrollen la plena capacidad de celebrar referéndums», y también de la Declaración de Arantzazu, firmada el 18 de diciembre por un centenar de personalidades referentes de la sociedad vasca.

El derecho de petición colectivo no está recogido en el reglamento del Parlamento de Gasteiz y habrá que ver qué tramitación le da la Mesa. El organismo ha desvelado que desde diciembre ha mantenido reuniones con cuatro grupos parlamentarios. EH Bildu ha mostrado ya su apoyo a que se dé cauce a la iniciativa y también Elkarrekin Podemos-IU. El PNV asegura que la analizará y pedirá la comparecencia de Gure Esku ante la comisión pertinente para «estudiar posibles iniciativas».

Cuatro demandas concretas.

Según apuntaron Amalur Alvarez y Josu Etxaburu en rueda de prensa, son cuatro las peticiones que trasladan al Parlamento. La primera «abrir un debate, a más tardar en el curso político 2022-2023, para iniciar un proceso de decisión y determinar los pasos para decidir nuestro futuro político». Piden que este debate sea transparente y abierto y que en él se escuche y se atienda la voluntad de la ciudadanía».

A su entender, se debe «basar el proceso de decisión en la participación ciudadana, previendo mecanismos e instrumentos para ello, incluyendo una consulta para ratificar la voluntad de la ciudadanía vasca». Y, en cuarto lugar solicita que «el Parlamento Vasco le dé cauce a estos compromisos, y se logren los acuerdos pertinentes para convertir el derecho a decidir en ley».

En cualquier caso, Gure Esku subraya que «interpelar a las instituciones no significa que nos quedemos a la espera de su respuesta. Nuestro compromiso para ejercer el derecho a decidir es firme e irreversible, y no vamos a aceptar ni bloqueos ni vetos a la voluntad mayoritaria, ya que es antidemocrático». Por ello, llaman a la ciudadanía a tomar en sus manos este proceso.

Gure Esku volvió a invitar a participar el 2 de julio en la llamada Vía Pirenaica, que va a iluminar cerca de 400 cumbres de todo el Pirineo, desde el Cabo de Higuer hasta Creus, en una «movilización espectacular» desde el Cantábrico hasta el Mediterráneo, que pretende ser «un salto de la solidaridad a la colaboración» entre los movimientos pro derecho a decidir de Euskal Herria y Catalunya.

Compromisos de grupos.

Los grupos parlamentarios de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU respondieron a la iniciativa. Los jeltzales se «comprometen» a «analizar la iniciativa presentada» y a «suscribir la petición de comparecencia de Gure Esku ante la comisión parlamentaria que determine la Mesa con el objeto de poder realizar la valoración política correspondiente y estudiar posibles iniciativas.

EH Bildu, por su parte, solicita a la Mesa que dé cauce a la iniciativa de Gure Esku, puesto que entiende que la voluntad de la ciudadanía tiene que tener cabida en el Parlamento. En todo caso, se compromete a canalizar la solicitud cuando en setiembre la Cámara retome su actividad. Además, anunció su participación en la Vía Pirenaica convocada para el 2 de julio.

Elkarrekin Podemos-IU se comprometió también a «dar cauce» a la iniciativa, pues su posición «sigue siendo la de apoyar el derecho a decidir de la gente sobre todos aquellos asuntos que le afecten directamente».