Ion SALGADO
GASTEIZ
JORNADA DE HUELGA

Una movilización «sin precedentes» paraliza la planta de Mercedes

Miles de trabajadores secundaron la huelga convocada en Mercedes para exigir el desbloqueo de la negociación colectiva. Fue una movilización «sin precedentes», como indicó el presidente del comité de empresa, que censuró las propuestas de flexibilidad presentadas por la dirección como condición para poner en marcha un plan de inversión valorado en 1.200 millones de euros.

Manifestación celebrada por la mañana junto a la fábrica de Mercedes-Benz, en Gasteiz.
Manifestación celebrada por la mañana junto a la fábrica de Mercedes-Benz, en Gasteiz. (Endika PORTILLO FOKU)

Los y las trabajadoras de Mercedes-Benz paralizaron ayer la producción en la planta que la multinacional tiene en Gasteiz. Protagonizaron una jornada de huelga «sin precedentes», secundada por el 95% de la plantilla en los talleres, según ELA. La empresa situó en el 75% el seguimiento del paro en toda la fábrica, donde trabajan 5.000 personas.

La huelga, que parte de dos convocatorias diferentes, con ELA, LAB y ESK por un lado y UGT y CCOO por otro, tiene por objeto exigir avances en la negociación del convenio. Un acuerdo laboral que la empresa pone como condición para una posible inversión de 1.200 millones de euros.

En declaraciones a los medios, el presidente del comité de empresa, Igor Guevara (ELA), señaló que la negociación del convenio comenzó hace año y medio, y «hasta ahora la empresa se lo ha tomado a broma». «Hasta que no ha hecho la dirección un planteamiento de la inversión, no ha empezado realmente la negociación», manifestó antes de denunciar que uno de los aspectos «más crueles» que plantea la dirección es el aumento de la flexibilidad. «Nos quieren meter un sexto turno de noche que está claro que la plantilla no quiere».

Y destacó que las personas que trabajan en la planta de Gasteiz, la más grande del herrialde, «están hasta las narices de la flexibilidad; de que hasta el jueves no sepan si trabajan el sábado; de que hay un calendario que es papel mojado en el momento que lo publican, y de que al final no sabemos realmente cuándo tenemos que trabajar».

Asimismo, censuró que la empresa también ha puesto sobre la mesa la congelación salarial de todos los pluses durante toda la vigencia del convenio. «Dan unas pagas, pero no son consolidables; lo que hace que, al final de este convenio, de media los trabajadores perdamos unos 6.000 euros», explicó antes hablar de la «presión» que se ejerce desde ciertos sectores institucionales para que la plantilla acepte las propuestas de la empresa con el fin de allanar el camino a las inversiones.

En este sentido, recordó las ayudas aportadas por las instituciones, a través de fondos europeos y subvenciones destinadas a formación. «Por ahí pueden apoyar las instituciones; pero de ahí a que nos digan que tenemos que ceder en salarios y flexibilidad, va un trecho», apuntó, y lanzó un mensaje a representantes políticos y a ciudadanos: «Les diría que se pongan en nuestro lugar. No nos están diciendo 'venimos a invertir', y todos los aplaudimos; sino que nos están diciendo 'venimos a invertir y queremos cortar vuestros derechos adquiridos durante años'».

Puso un ejemplo alertando de que los responsables de la planta quieren «quitar los fondos sociales para ayudar a los trabajadores en ciertos momentos». «Una inversión de 1.200 millones no puede depender de que los trabajadores tengamos o no ayudas sociales», añadió.

Posturas enfrentadas.

La existencia de dos convocatorias de huelga diferentes evidencia las discrepancias existentes entre los sindicatos que forman el comité, ya que CCOO y UGT sí están dispuestos a aceptar un aumento de la flexibilidad. Basta con señalar que Roberto Pastor (CCOO) abogó ayer por «gestionar» la sexta noche del turno que plantea la dirección, esgrimiendo que en el sector de la automoción la flexibilidad «es estrictamente necesaria».

«De momento tenemos flexibilidad más que suficiente para abarcar las producciones actuales; pero de cara a adjudicaciones y nuevos modelos, y a duplicar la fabrica con esa enorme inversión, si la multinacional necesita la seguridad de que se produzcan esos coches, tenemos que buscar la fórmula, pero una fórmula que no condicione la conciliación familiar de los trabajadores», afirmó.

Azpiazu y Mendia.

Desde el ámbito político, el consejero de Economía y Hacienda de Lakua, Pedro Azpiazu, consideró que «la dirección debe hablar con los trabajadores para llegar a un acuerdo». «Creo que Mercedes necesita a los trabajadores y los trabajadores y Euskadi necesitan a Mercedes. El acuerdo es necesario y creo que va a llegar. Mercedes lleva años en Vitoria y Euskadi, y creo que aquí seguirá en el futuro, porque aquí tiene fuerza, experiencia, trabajadores preparados y todos los proveedores», destacó tras reconocer que «en general, las huelgas no me gustan» .

Por su parte, la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, se mostró convencida de que sindicatos y dirección alcanzarán un acuerdo «seguramente» antes de que concluya este mes de junio. «Eso lo tienen todos en su cabeza y estoy segura de que se alcanzará ese acuerdo tan necesario»

La titular de Trabajo evitó profundizar en las demandas sindicales o de la dirección de Mercedes porque, según explicó, le corresponde el papel de «neutralidad y de garantizar que pueden llegar a hacer una negociación colectiva que fructifique».

Trabajadores y familias contra el sexto turno

Cientos de trabajadores y trabajadoras de Mercedes-Benz, arropados por sus familias, tomaron ayer por la tarde las calles de Gasteiz para reivindicar un convenio laboral digno, que cierre la puerta a la posible aplicación del sexto turno de noche por parte de la dirección. Una idea que representa una amenaza para la conciliación familiar y laboral.

La marcha, que partió desde la plaza de la Virgen Blanca, fue la cita central de una jornada de huelga que comenzó temprano, a las 5.15, con los primeros piquetes en las puertas de la empresa. Y a las 10.30 tuvo lugar una movilización en la que se pudieron ver lemas en contra de las medidas de flexibilización. También había pancartas por un convenio justo y por un «plan industrial de futuro».

Están convocadas nuevas movilizaciones y jornadas de huelgas del 27 de junio al 1 de julio. I. S.