En Catalunya, el acto central de la «Via Pirinenca» tuvo lugar en la estación de esquí nórdico Guils-Fontanera, de Guils de Cerdanya, en el centro del Pirineo catalán, desde donde se dio el pistoletazo de salida a la acción de iluminación simultánea en los más de 300 picos de esta cordillera.

Dolors Feliu, presidenta de la ANC desde mayo pasado, fue la encargada de cerrar este acto político central de la jornada y empezó con unas palabras de hermanamiento. Según explicó, completar una movilización requirió de «muchos meses de trabajo con muchísima gente implicada. Empezando por los coorganizadores del País Vasco, Gure Esku, que han querido poner luz y esperanza en un Pirineo que en el pasado fue testigo de la retirada conjunta y dolorosa del lehendakari Agirre y el Presidente Companys».

La historia, explicó Feliu, «genera memoria y nos une». Y esto supone hoy una enorme ventaja, pues «una acción como esta en la que estamos a punto de iluminar todo el Pirineo solo se consigue con el trabajo en equipo y uniendo fuerzas».

La ANC sostuvo que esta Via Pirinenca que se completó justo después del atardecer «se trata de la acción artística más grande de carácter político que se ha proyectado nunca en Europa. Activismo y creación artística entrelazados, una acción que perdurará en la memoria, un relato poético y político que se convertirá en un gran acto de luz en medio de la oscuridad que ahora nos rodea».

Asimismo, la responsable de la ANC cuestionó las fronteras actuales, pues son resultado de hechos del pasado y no algo que mire al futuro y que se asiente sobre la voluntad de la ciudadanía. «Las fronteras impuestas por las monarquías absolutas -absolutamente antidemocráticas- continúan impuestas hoy en día. La voluntad de los pueblos catalán y vasco para lograr su libertad también lucha contra estas falsas fronteras, como la separación artificial de los Países Catalanes y de Euskal Herria», sentenció.

La líder de ANC, además, auguró que en esta lucha por la libertad será perseguida por una «represión incesante».