GARA
CIUDAD DE GAZA

Bombas israelíes matan a quince palestinos en otra ofensiva en Gaza

La nueva ofensiva sobre Gaza lanzada ayer por Israel dejó al menos quince palestinos muertos, entre ellos una niña de cinco años y, según el Ejército sionista, el «número dos» de la Yihad Islámica, y amenaza con desencadenar una escalada de violencia en la zona.

Alaa Kaddum lleva en brazos el cadáver de su hija.
Alaa Kaddum lleva en brazos el cadáver de su hija. (Anas BABA | AFP)

Los bombardeos israelíes de ayer sobre la Franja de Gaza, que, según el Ejército sionista, fueron realizados ante la «amenaza inminente» de un ataque desde Gaza, dejaron 15 muertos y 55 heridos.

Uno de los fallecidos es Taysir al-Yabari, líder de las Brigadas al-Quds, el brazo armado de la Yihad Islámica, en la zona centro y norte de la Franja y al que Israel situaba como responsable de la unidad responsable del lanzamiento de cohetes hacia su territorio. El Ejército israelí informó de que Al-Yabari fue el objetivo.

Según el Ministerio de Sanidad palestino, entre las víctimas mortales hay una niña de cinco años, que al igual que Al-Yabari murió en un ataque aéreo contra un edificio residencial en Ciudad de Gaza, que alberga oficinas de medios de comunicación y ONG.

Tras los bombardeos iniciales, el Ejército israelí continuó atacando supuestos objetivos de la Yihad Islámica en Gaza.

La facción palestina advirtió a Israel de que «pagará un alto precio por su agresión» y amenazó con lanzar cohetes hacia Tel Aviv. Su líder, Ziad al-Nayala, llamó al «día de la victoria» en un mensaje dedicado a todas las milicias y grupos palestinos para hacer frente común contra Israel.

Hamas, que gobierna en la Franja, avisó de que «la resistencia armada palestina está unida contra la agresión» y anticipó que Israel «recibirá una lección».

Por la noche, la Yihad Islámica anunció que su rama militar había disparado «más de 100 cohetes» contra Israel, como «respuesta inicial».

Movilización de reservistas

Ante la posibilidad de ataques de represalia, el Ejército israelí desplegó sus sistemas de defensa antiaérea y estableció fuertes medidas de seguridad en las comunidades cercanas a la frontera con Gaza, mientras que ciudades en el centro, incluida Tel Aviv, llamaron a abrir los refugios antiaéreos. Además, el Ministerio israelí de Defensa aprobó la movilización de hasta 25.000 soldados en la reserva.

El primer ministro israelí en funciones, Yair Lapid, señaló que «cualquiera que intente dañar a Israel debe saberlo: lo encontraremos», agregó, y advirtió de que «las fuerzas de seguridad actuarán contra los terroristas de la Yihad Islámica para eliminar la amenaza que representan para los ciudadanos de Israel».

La ofensiva de ayer, bautizada como “Operación Despuntar del Alba”, tiene lugar tras varios días de tensión desencadenados por el arresto el lunes de un líder de la Yihad Islámica, Bassem Saadi, en el campo de refugiados Yenin, en la Cisjordania ocupada.

Si bien el grupo palestino se limitó a amenazar con un ataque de represalia sin llevarlo a cabo, las autoridades israelíes establecieron un estado de alerta y desde el martes mantienen cerrados los cruces fronterizos con Gaza y múltiples carreteras en las comunidades colindantes.

Israel dijo que durante los últimos días observaron unidades de las Brigadas al-Quds con lanzadores de misiles antitanques acercarse en varias ocasiones a la zona fronteriza, en lo que interpretó como una demostración de fuerza y una «amenaza inminente».