Mikel INSAUSTI
DONOSTIA
CRÍTICA: «VIAJE AL PARAÍSO»

Turismo de lujo en temporada baja

Uno siempre va de listillo y presume de saber de antemano lo que se va a encontrar en el cine, pero es que en el caso de “Viaje al paraíso” (2022) se cumple paso por paso todo lo que cabe esperar de tan previsible película, sin lugar para la más mínima sorpresa. El tipo de público que quiere ver exactamente lo que anuncia el trailer va a salir de la sala de proyección plenamente satisfecho y, en ese sentido, no se le puede negar al estudio Universal que cumple lo que promete. Es como quien hace una reserva en su restaurante habitual para ocupar la mesa de siempre y repetir sus platos favoritos, lo que hablando de turismo resulta todavía más sintomático. La ficción sitúa la acción en Bali, pero el rodaje tuvo lugar en Australia, sin que se note la diferencia, sobre todo para quienes nunca hemos sido ni seremos invitados a una boda balinesa. Esto supone una alusión involuntaria a que todos los resorts de lujo en playas exóticas son iguales o se parecen, y de ahí la anécdota del que dice haber estado en Bali, en realidad, no ha salido del hotel y la piscina con bar. Y de películas rodadas en instalaciones hoteleras sabe mucho el británico Ol Parker, autor del guion de “El exótico Hotel Marigold” (2011) y del de su correspondiente continuación, del 2015. Como realizador tuvo localizaciones en las ilas griegas para “Mamma Mia: Una y otra vez” (2018), por lo que en “Viaje al paraíso” (2022) se mueve como pez en el agua.

De vacaciones también parece estar la pareja estelar, una Julia Roberts y un George Clooney que tienen participación en la producción, motivo por el que se les ve la mar de relajados. Les basta con poner el piloto automático del registro autoparódico, con Clooney hablando en italiano a lo “nespresso” o echando de menos su casa en el lago, y la Roberts permitiendo que hagan chistes de su cara de caballo.