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GUERRA EN UCRANIA

Polonia alarga otros tres meses el encarcelamiento de Pablo González

El tribunal regional de Przemyśl ha vuelto a prorrogar la situación de prisión preventiva del periodista vasco Pablo González por un periodo de otros tres meses. Está a punto de cumplir ya nueve meses encarcelado en Polonia.

Concentración en Nabarniz para reclamar la puesta en libertad de González.
Concentración en Nabarniz para reclamar la puesta en libertad de González. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El tribunal regional polaco de Przemyśl acordó ayer prorrogar durante otros tres meses la prisión preventiva impuesta al periodista vasco Pablo González, que está a punto de cumplir nueve meses encarcelado.

«El tribunal ha decidido prolongar el arresto otros tres meses», declaró a la agencia Efe un portavoz de la corte, quien precisó que la razón de la decisión es «confidencial» y que solo se comunicará a las partes. Es la tercera vez que el tribunal prorroga su encarcelamiento. La Fiscalía todavía no ha presentado acusación alguna en contra del periodista, por lo que aún no tiene fecha de juicio.

González está preso desde que fue detenido el pasado 28 de febrero en la localidad de Przemyśl, donde cubría informativamente la crisis de refugiados derivada de la invasión rusa de Ucrania. Fue encarcelado bajo la acusación de espionaje.

A comienzos de febrero, los servicios de Inteligencia ucranianos ya le retuvieron y copiaron la información de su teléfono, poniéndolo posteriormente en libertad.

La Agencia de Seguridad Interior de Polonia acusó al periodista vasco de desarrollar actividades para los servicios secretos rusos (GRU), por lo que podría ser condenado a hasta diez años de prisión.

Apelaciones rechazadas

González, que tiene doble nacionalidad rusa y española, fue inicialmente detenido durante tres meses y el tribunal decidió prolongar su prisión preventiva en dos ocasiones. Su abogado apeló esta decisión en cada ocasión, pero no prosperó.

No ha sido hasta casi nueve meses después -concretamente el pasado martes- cuando su pareja, Oihana Goiriena, ha podido visitarle durante dos horas en la cárcel de Radom, bajo la vigilancia de una oficial de la Inteligencia polaca. Goiriena expresó su confianza en que la visita suponga un «punto de inflexión» y «abra una brecha» en la incomunicación a la que ha estado sometido desde su arresto y encarcelamiento.

«Esperamos que las visitas se vayan aligerando», apuntó en un comunicado en el que aseguró que su pareja se encuentra física y anímicamente bien. «Se ha animado mucho con la visita y, a pesar de la falta de intimidad, le he podido poner al día de todo lo sucedido en estos meses respecto de sus hijos y del resto de su familia, tanto en España como en Rusia», añadió, recordando que «gran parte de lo que ha generado su actual situación no es otra cosa que su doble nacionalidad y la profesión que desempeña».

Muestras de apoyo

«Igualmente, le he podido transmitir las múltiples demostraciones de apoyo que hemos estado recibiendo de muchas personas, amigos, medios de comunicación, periodistas, algunos políticos, asociaciones, instituciones y, sobre todo, de los ingentes esfuerzos que realizan las personas que componen #FreePablo», añadió. Y agregó que le había pedido «expresamente que agradezca a todos los que se preocupan por su situación». También le comunicó que «saber que ya no está solo le llena de energía para seguir firme en esta batalla, que no será ni corta ni sencilla, pero que vamos a dar juntos hasta conseguir liberarle para que regrese a casa y pueda retomar su vida».

Tras finalizar la visita, Goiriena y el letrado Gonzalo Boyé se reunieron con el equipo de abogados que están trabajan y realizan gestiones sobre el terreno.

BESTE HIRU HILABETE KARTZELAN

Pablo Gonzalez euskal kazetariari ezarritako espetxealdi prebentiboa hiru hilabetez luzatzea erabaki zuen atzo Poloniako Przemyu auzitegiak. Gonzalez preso dago otsailaren 28an atxilotu zutenetik, Errusiak Ukraina inbaditzeak eragindako errefuxiatu oldearen berri ematen ari zenean. Espioitza akusaziopean espetxeratu zuten. Poloniako Barne Segurtasunerako Agentziak Errusiako zerbitzu sekretuentzako (GRU) jarduerak egitea leporatu zion, eta hamar urtera arteko kartzela-zigorra ezar diezaiokete.