Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
DEBATE SOBRE LA NUEVA LEY DE EDUCACIÓN EN LA CAV

Confebask pide un sistema educativo «alineado» con el interés empresarial

La principal organización patronal de la CAV quiere una Ley de Educación a la medida de sus demandas e intereses, y así lo expone en las propuestas remitidas al anteproyecto de Lakua. No solo busca dejar su impronta desde el punto de vista teórico, abogando por desarrollar «valores de interés empresarial entre el alumnado», también desea participar en la gobernanza educativa.

Comparecencia de Confebask el pasado mes de julio con motivo de la reunión de su consejo general.
Comparecencia de Confebask el pasado mes de julio con motivo de la reunión de su consejo general. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Tras el acuerdo suscrito en abril por los principales grupos de la Cámara de Gasteiz, el proceso para la elaboración de la nueva ley educativa asistió en septiembre a un nuevo hito, con la publicación de un primer anteproyecto por parte del Ejecutivo. Como es preceptivo, de inmediato se abrió la opción de presentar aportaciones, algo que han hecho un buen número de agentes y de personas a título particular.

Este periódico ha tenido acceso a esa documentación, y llama la atención que entre los organismos y colectivos ligados a la comunidad educativa y a las personas que la integran -profesorado, alumnado, padres y madres- que han remitido sus propuestas aparece Confebask, la principal organización empresarial de la CAV.

Lo ha hecho, según sostiene, porque «no podemos dejar pasar la oportunidad de mejorar el futuro de Euskadi y, con ello, de nuestras empresas», y porque «no debemos olvidar que entre los fines de la educación, además de formar buenas personas, debe estar el formar buenos profesionales». Y partiendo de esa máxima, expone algunos puntos que definen bien el modelo educativo que tiene en mente parte de la clase empresarial de este país.

Demandas de cualificación

Para la patronal, «ante los numerosos cambios suscitados en demografía, sostenibilidad, digitalización… debemos buscar una adecuación de la educación que ofrecemos a nuestro alumnado; pero sin olvidar el importante papel que juega la economía y que nos obliga a contar con un marco de cualificación donde debemos buscar estar alineados con las necesidades y demandas de cualificación de las empresas vascas». Expone en este sentido que «en estos nuevos tiempos de los que se nos habla en la Ley, las empresas juegan un papel fundamental como motor económico del país», y defiende que «la visión que podamos aportar (…) resulta muy importante y debe contribuir al desarrollo del marco donde se construya la educación que a futuro queramos para nuestra Comunidad Autónoma».

Confebask ve «importante» que le dejen «ofrecer nuestra participación y colaboración en el desarrollo de los distintos modelos de educación que componen el marco vasco de cualificación», y asegura que «la oferta educativa, cuanto más viva de la realidad empresarial más ajustada estará a la misma, y ello contribuirá a ser no sólo un referente en calidad sino a tener un carácter innovador, que beneficiará a la sociedad en general».

En esa línea, apunta que «hay ámbitos de actuación que debemos seguir trabajando y desarrollando», entre los que cita la «obtención de un conocimiento temprano de las salidas profesionales y laborales»; «una adecuación de conocimientos y competencias a las necesidades empresariales, para lograr unos ajustes que reviertan en los aspectos económicos y sociales de nuestra sociedad»; «el desarrollo de una cultura empresarial y de valores de interés empresarial entre el alumnado»; y «una formación del profesorado en temas empresariales para que no sientan las empresas como estructuras ajenas al sistema educativo». Insiste asimismo en que «es necesario el desarrollo de una gobernanza con participación empresarial».

Promover el emprendimiento

Son significativas las aportaciones que hace al articulado del anteproyecto, seis en total. El primer punto hace referencia al tercer artículo del Capítulo II del Título I, donde pide que se incluya, entre los “Fines del sistema educativo vasco”, el objetivo de «promover valores como el emprendimiento y la iniciativa entre el alumnado para mejorar sus capacidades personales y profesionales».

«La iniciativa y el emprendimiento, así como el esfuerzo, se encuentran entre los valores que le van a permitir al alumnado no sólo mejorar sus capacidades personales sino facilitarles su incorporación al ámbito profesional, donde son altamente valorados y demandados», valora a este respecto.

En segundo lugar, en el Capítulo II del Título II, pide que se añada un artículo, justo después del 29. Ese nuevo apartado se llamaría “La orientación profesional en la educación”, y «trataría de abordar la importancia de la orientación integral del alumnado desde edades muy tempranas, de cara a que dispongan, junto con sus familias, de toda la información posible sobre estudios, salidas profesionales, etc.».

«Creemos que esta información es fundamental y muy importante para el futuro del alumnado, y hay que darle el reconocimiento correspondiente no sólo a la figura del orientador sino de todas aquellas personas (docentes, familias…) que influyen en la orientación educativa y profesional del alumnado», explica la organización patronal de la CAV.

El Consejo Escolar

En el tercer punto de su aportación, Confebask hace explícito su deseo de participar en los órganos que rigen el sistema educativo.

Así, propone que al artículo 58, donde se afirma que «el Consejo Escolar de Euskadi estará integrado por quienes ostenten los cargos de presidencia, vicepresidencia y vocalías y, asimismo, por quien ejerza las funciones de Secretaría. En todo caso, contará con una representación de los centros educativos, de los Consejos Educativos Municipales y de los agentes sociales», se le añada este párrafo: «[... agentes sociales] que aporten conocimiento experto o específico: organizaciones empresariales y sindicales más representativas, personalidades de reconocido prestigio, universidades y otras entidades de relevancia».

«La cuestión está en qué Consejo Escolar de Euskadi queremos. Debemos avanzar hacia una visión del Sistema educativo en un sentido amplio, pero teniendo en cuenta las demandas sociales», argumenta, y añade que «el ámbito empresarial debiera tener un lugar para trasladar sus demandas, preocupaciones y enriquecer el sistema educativo vasco con una perspectiva global de país: situación demográfica, perfiles demandados en Euskadi, generar perfiles STEM, orientación, etc.».

La patronal sostiene asimismo que «un órgano que no mire a la sociedad vasca y que, únicamente, escuche y esté formado por representantes del ámbito educativo tiene el riesgo de acabar como un ‘órgano endogámico’», e insiste en que «la Educación trasciende a la comunidad educativa y tiene un impacto social importantísimo para el futuro de toda nuestra sociedad».

No es la única mención al Consejo Escolar; también quiere cambios en la Disposición Transitoria, donde se dice que el Consejo «se reducirá en su composición y se crearán estructuras de deliberación y apoyo de carácter sectorial». Por contra, Confebask propone que solamente se «adecúe», pues «no debemos dar por supuesto que una reducción pueda ser la solución única si no que pudieran darse otras alternativas que mejorasen su dinámica de trabajo y, por tanto, los resultados obtenidos».

La injerencia de la patronal, casi una tradición

El intento de Confebask de llevar las aguas del debate educativo al molino de los intereses de la patronal no sorprende a nadie que conozca la capacidad de presión política que tiene esa organización y, sobre todo, su ascendencia sobre el PNV.

Un ejemplo es lo que ocurrió con la Ley de Formación Profesional, que fue aprobada en junio de 2018 con el voto favorable de PNV y PSE, socios de Gobierno, y del PP, al que le aceptaron -o transaccionaron- la mayoría de sus enmiendas, al contrario de lo que ocurrió con Elkarrekin Podemos y EH Bildu, que había registrado su propia propuesta para una Ley de FP. En aquella ocasión, la parlamentaria de la coalición Rebeka Ubera expresó su rechazo frontal al texto y lamentó que con esa ley «sale ganando el modelo productivo de Confebask».

No parecía ir desencaminada, ya que años antes de aquella votación, en 2015, el exdiputado y exsenador del PNV Iñaki Anasagasti exponía en su blog que «el nuevo esquema de la FP vasca pretende dar salida a las reiteradas quejas expresadas por la patronal vasca (Confebask) acerca de la falta de mano de obra cualificada», y citaba las declaraciones hechas en tal sentido por el entonces presidente de esa organización Miguel Ángel Lujua.

Un año después, en setiembre de 2019, EH Bildu acusó a Confebask de intentar condicionar, dirigir y retrasar la tramitación del Proyecto de Ley de Cooperativas en lo que, a su juicio, suponía «una intromisión intolerable en la actividad legislativa» de la Cámara de Gasteiz. «Es inaceptable que Confebask le diga al Parlamento cómo debe tramitar un proyecto de ley, es una injerencia inadmisible porque Confebask no es nadie para decirle al Parlamento qué leyes tiene que aprobar o no». La denuncia de EH Bildu estuvo motivada por la carta que la patronal había remitido a la presidenta del Parlamento por su desacuerdo con algunas de las enmiendas de la coalición al Proyecto de Ley de Cooperativas. I.B.

extractos del documento

«Es importante el desarrollo de una cultura empresarial y de valores de interés empresarial entre el alumnado que inunda nuestras aulas»

«La visión que podamos aportar las empresas resulta muy importante y debe contribuir al desarrollo del marco donde se construya la educación»

«Necesitamos una formación del profesorado en temas empresariales para que no sientan las empresas como estructuras ajenas al sistema educativo»