GARA
BILBO

Feministas y profesionales de los cuidados protestan ante Rementeria

Un momento de la protesta.
Un momento de la protesta. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Un grupo de trabajadores de la asociación Gaude que trabajan con personas con discapacidad funcional y de colectivos feministas de Bizkaia protestaron ayer ante el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, por las condiciones laborales de las mujeres que prestan sus servicios en empresas del sector de los cuidados a las personas mayores en el herrialde. Reclamaron la implicación de la Diputación en el conflicto colectivo en el que están inmersos y un nuevo convenio con condiciones de trabajo dignas.

Fue en la jornada sobre “Economía de la longevidad y economía de los cuidados” organizada por Nagusi Inteligence Center de Bizkaia (NIC) que se celebra en el museo Guggenheim de Bilbo. Fue en la apertura cuando tomó la palabra Rementeria y cuando las trabajadoras interrumpieron su intervención reclamando un convenio digno.

Cuando el diputado general daba la bienvenida a los participantes a la jornada, cinco representantes sindicales de Gaude, cuyo comité de empresa está compuesto por delegados de LAB, se levantaron de sus asientos con carteles e interrumpieron el discurso.

Tras un breve intercambio de palabras entre el diputado general y las manifestantes, en el que Rementeria les ofreció reunirse con ellas para conocer sus reivindicaciones al término del acto, los representantes sindicales accedieron a dejarle proseguir.

Las representantes de LAB denunciaron que «con los sueldos y el trabajo» de las mujeres que se dedican a los cuidados y la asistencia social a las personas mayores y a las discapacitadas y «con la colaboración de las instituciones», se mantiene en situación de precariedad laboral y «de miseria» a estas trabajadoras.

Por su parte, los colectivos feministas afearon a la Diputación la «farsa» en la que, a su juicio, se han convertido las «políticas feministas» de la institución foral y acusaron a los responsables forales de «vender humo» y de conducirse como «unos sinvergüenzas» en esta materia.

Tras está última interrupción y después de abandonar el auditorio del museo, Rementeria pudo finalizar.