La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el del Consejo Europeo, Charles Michel, mostraron en Kiev su apoyo al proceso de adhesión de Ucrania al bloque casi un año después del inicio de la invasión rusa. «Les apoyaremos (...) en cada etapa de su camino hacia la UE», prometió Michel, a pesar de que el proceso puede durar años y exige numerosas reformas del Estado ucraniano.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quiere acelerar el proceso y estima que su país merece iniciar conversaciones sobre su ingreso a la UE este año.

Para convencer a los líderes europeos de que es un candidato cumplidor preparó la visita con gestos como los ceses de cargos, detenciones y registros por supuestos fraudes, entre ellos en la vivienda del propio Igor Kolomoiski, el oligarca que aupó a Zelenksi al poder. Con anterioridad,cinco individuos fueron detenidos, implicados en el presunto caso de fraude relacionado con el aprovisionamiento del Ejército por el que fue cesado la semana pasada el viceministro de Defensa en una purga general de varios altos cargos.

La UE respondió elogiando los «esfuerzos considerables» de Ucrania en su intento de unirse al bloque comunitario y calificándola de «inspiración para Europa», pero eludió concretar un calendario.

Sí avanzó más en la petición de sanciones contra Rusia. Von der Leyen confirmó que la UE trabaja en el décimo paquete de medidas contra Moscú para el 24 de febrero, primer aniversario de la invasión, y que incluirá materias de comercio y tecnología.

Mañana entrará en vigor el embargo europeo sobre los productos petroleros refinados rusos exportados por mar.

Kiev también está pidiendo el uso de activos rusos congelados en países occidentales para financiar la reconstrucción de Ucrania, una medida que plantea problemas legales.

Además, Ucrania sigue reclamando, y obteniendo, más apoyo armamentístico. Tras el envío de tanques Leopard de diseño alemán, Abrams estadounidenses y Challenger británicos, Kiev pide lanzamisiles con un alcance de más de 100 kilómetros para atacar las líneas logísticas rusas, y aviones de combate, para los que, de momento, sus aliados se muestran recelosos. Berlín autorizó ayer la entrega también tanques Leopard 1, predecesores de los Leopard 2, y el Estado francés e Italia añadieron el sistema antiaéreo Mamba.

Scholz no ve espacio para negociar y desdeña la vía de Lula da Silva

El canciller alemán, Olaf Scholz, estima que «no se llegado al momento» de que la negociación entre Ucrania y Rusia sea posible, refiriéndose a la propuesta que le planteó el lunes el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en su visita a Brasil. Lula propuso la creación de un grupo de países que pueda mediar para lograr un acuerdo de paz, una idea que también comunicó al presidente francés, Emmanuel Macron, y se la planteará al estadounidense, Joe Biden, en la visita de la próxima semana a EEUU. Sugirió como posibles mediadores a Brasil, China e India y advirtió de que se ha llegado a un punto en el que hasta los dos rivales están preocupados por no ver la posibilidad de un acuerdo de paz. A la vez, rechazó el envío de municiones a Ucrania que le pidieron países europeos, entre ellos Alemania. «Brasil no quiere tener ninguna participación, aunque sea indirecta» en la guerra, afirmó. Sostuvo que Rusia «cometió un error al invadir otro país», aunque sugirió que parte de la responsabilidad recae en Ucrania, porque «cuando uno no quiere, dos no pelean».

La pasada semana el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó haber recibido una propuesta de EEUU sobre Ucrania a través de su homólogo egipcio, pero añadió que «está incompleta».GARA