GARA
ATENAS

Protestas masivas en Grecia por el accidente ferroviario y la ruina de los servicios públicos

Una huelga general paralizó los servicios públicos en Grecia en otra jornada que movilizó a decenas de miles de personas por la tragedia ferroviaria del mes pasado y el deterioro de los servicios públicos.

Carga policial y cócteles molotov en Atenas.
Carga policial y cócteles molotov en Atenas. (Louisa GOULIAMAKI | AFP)

Con toda Grecia en huelga general, decenas de miles de personas volvieron a expresar su enfado en las calles por el desastre del tren que acabó con la vida de 57 personas, la mayoría estudiantes, el 28 de febrero. La ira sigue siendo fuerte y está dirigida directamente al Gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis, reclamando su dimisión.

En Atenas, la Policía atacó a grupo de manifestantes y les lanzó granadas aturdidoras a lo que estos respondieron con cócteles molotov. Los enfrentamientos se expandieron por toda la plaza de Syntagma, frente al Parlamento griego, y también en los alrededores de la Universidad Kapodistriaca que ha sido ocupada por grupos de estudiantes. Unas 14 personas fueron detenidas

Parte de los manifestantes también se concentraron frente a la sede de Hellenic Train, la compañía ferroviaria. «O sus ganancias o nuestras vidas», escribió un manifestante en la fachada del edificio custodiado por un cordón policial. «¡Asesinos!», gritaron también estudiantes mientras una gran pancarta proclamaba: “Las ganancias matan. Con nuestras luchas masivas, los derrocaremos”. En Tesalónica, la segunda ciudad más grande del país, también se produjeron cargas policiales en una movilización de miles de personas. Las protestas se repitieron en más de 70 ciudades, en la mayor movilización desde el 8 de marzo en las que participaron unas 65.000 personas.

Los trabajadores de los puertos, los taxistas y todo el servicio público de transporte urbano paró. Todos los barcos que conectan el continente con las islas permanecieron atracados y la mayoría de los aviones se quedaron en la pista. Muchas escuelas también cerraron, mientras los estudiantes se encuentran en primera línea en esta ola de protesta sin precedentes desde los años de la crisis financiera.

Más allá de la tragedia, los griegos expresan su hartazgo por el deterioro de los servicios públicos en un país desangrado por los años de crisis y los planes de austeridad impuestos por sus acreedores y las instituciones europeas.

Porque aunque el accidente ferroviario de Tempé se atribuyó a un error del jefe de estación, también fue causado por el estado ruinoso de la red ferroviaria y los retrasos su modernización, según la investigación.

Mitsotakis trató de responder a la indignación prometiendo «transparencia» y pidiendo perdón a una población que ha perdido la confianza en las instituciones desde la crisis de 2009.