EH Bildu llevó ayer al Pleno de Control al Gobierno español en el Congreso la reivindicación de vías seguras para las personas migrantes, tanto en la frontera sur del Estado como en la que divide a Euskal Herria. Jon Iñarritu recordó las muertes producidas tanto en el Bidasoa como en las vías férreas en Lapurdi, derivadas de la persecución policial.

Sin embargo, el diputado de EH Bildu no encontró respuesta a su apelación. Iñarritu interpelaba al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pero, como órgano colegiado, el Ejecutivo tiene la facultad de elegir quién interviene y decidió que lo hiciese el titular de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá, lo que para Iñarritu distorsionó la cuestión.

Iñarritu incidió en que en la frontera sur las personas migrantes «solo tienen dos vías para llegar: por mar, en patera; o por tierra, saltando las vallas de Ceuta y Melilla. No existen vías seguras». Y añadió que, «del mismo modo, hay cientos de personas en la frontera vasca que son devueltas en caliente, cuando no con dramas peores».

«¿No son posibles salvoconductos para estas personas?», planteó Iñarritu tras recordar la decena de muertes producidas en los dos últimos años en las aguas del Bidasoa o el trayecto ferroviario. «Está en su mano, ministro», dijo.

Escrivá, sin embargo, eludió la pregunta y se refugió en generalidades y en cuestiones propias de su Ministerio como la cooperación con los países de origen de la migración para intentar un flujo laboral regular.

«No solo lo hacemos por principios, sino porque nos lo piden desde allí. Yo he recibido o interaccionado con hasta diez ministros de Trabajo y, para ellos, es importantísimo establecer unos mecanismos de migración segura porque así pueden luchar mejor en sus sociedades contra las mafias. Por eso hemos modificado dos veces el reglamento de la Ley de Extranjería con resultados muy positivos», añadió sin aludir a las vías seguras reclamadas por EH Bildu.