Rusia y China han enfatizado su apoyo a la minoría del norte de Kosovo tras los incidentes que el lunes dejaron decenas de heridos entre manifestantes y soldados de la misión de la OTAN (KFOR). Moscú pidió a Occidente que ponga fin a su «propaganda falsa y deje de culpar de los incidentes en Kosovo a los serbios desesperados que buscan pacíficamente (...) defender sus legítimos derechos y libertades». El Ministerio ruso de Exteriores reclamó «medidas de desescalada decisivas», entre las que planteó la salida de los alcaldes albaneses y la creación de una Comunidad de Municipios Serbios como «condición clave» para un diálogo que garantice estabilidad y la seguridad en la región.

Por su parte, el Gobierno chino apoyó las medidas adoptadas por Serbia para «defender su soberanía e integridad territorial», insistiendo en que se opone a pasos unilaterales de Pristina.

El lunes, los manifestantes serbios intentaron forzar la puerta de entrada del ayuntamiento de Zvecan, pero fueron repelidos por las fuerzas kosovares. La KFOR también Comenzó a dispersarlos y los serbokosovares respondieron arrojando piedras, botellas y cócteles molotov a los soldados. 52 manifestantes resultaron heridos, tres de ellos de gravedad. Además, 30 soldados sufrieron fracturas o quemaduras. Belgrado ha puesto al Ejército serbio en alerta máxima, mientras el presidente, Aleskander Vucic, se reunió con los embajadores de EEUU, Gran. Bretaña, Alemania, Estado francés e Italia, y anunció que también se reunirá con representantes de Rusia y China.

Por su parte, la OTAN enviará fuerzas suplementarias a Zvecan, donde los manifestantes siguen concentrados frente al ayuntamiento, custodiado por la KFOR y la πolicía de Kosovo. Los serbios boicotearon las elecciones municipales de abril en las ciudades del norte de Kosovo y exigen la salida de los alcaldes albaneses elegidos con menos del 3,5% de participación. La tensión aumentó el viernes, cuando acudieron a tomar posesión acompañados de la Policía kosovar.