Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Aburto defiende una política «de acuerdo» mirando en especial al PP y a los sindicatos

Juan Mari Aburto defendió ayer en el Pleno del Estado de la Villa una «política de acuerdo», llamando al PP a que se sume al Pacto de Seguridad y al Foro de Convivencia, y a los sindicatos a que dejen la calle y dialoguen. Desde la oposición criticaron que los proyectos estratégicos no arrancan, y dijeron que no alimentarán «un modelo agotado».

El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, durante su intervención en el Pleno del Estado de la Villa.
El alcalde de Bilbo, Juan Mari Aburto, durante su intervención en el Pleno del Estado de la Villa. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Juan Mari Aburto defendió, en el Pleno del Estado de la Villa, que se celebró en el Consistorio bilbaino, una «política de manos tendidas, de acuerdos y de conductas para mejorar», con emplazamiento al PP a sumarse al Pacto de Seguridad y al Foro por la Paz y la Convivencia, que esa formación rechaza y ayer lo ratificó su portavoz. A los sindicatos les dijo el alcalde que «las discusiones se deben hacer en una mesa y no en la calle».

Tras escuchar las críticas de la oposición, Aburto manifestó que ese análisis de que no se avanza en los grandes retos de la ciudad «no se corresponde con la realidad» y les reclamó «que hablen bien de Bilbao». «Siéntense partícipes del Bilbao que se construye», les emplazó, añadiendo que «tenemos mucho que hacer».

«Bilbao no quiere ruidos, peleas y palabras gruesas y en mal tono», señaló, asegurando que «Bilbao quiere trabajo conjunto, acuerdos y estabilidad, como la que aporta este Gobierno municipal».

El primer edil, en su tercer mandato, sostuvo que no escapa a las criticas, «ni dejo de hacer autocrítica», aunque después de destacar los galardones que la capital vizcaina recibe periódicamente. «Sabemos que Bilbao necesita mejorar en seguridad, en inversión en barrios, en apoyo al comercio, en ayudar a la juventud con oportunidades de empleo y de vivienda», reconoció.

No faltó la llamada a la reflexión a los sindicatos, a quienes les advirtió de que «la lucha sindical no es esa que perjudica a la ciudadanía en su día a día, en su calidad de vida». Según defendió, «las discusiones se deben hacer en una mesa, contrastando opiniones, negociando y buscando acuerdos, y no en la calle».

La visión positiva de su acción de Gobierno no es compartida por los grupos de la oposición, que fueron desgranando las carencias de las políticas de PNV y PSE.

DESTERRAR LA «POLÍTICA PATERNALISTA»

EH Bildu le pidió que destierre la «política paternalista». Su portavoz, María del Río, recogió el guante del alcalde y afirmó que cree sinceramente que se puede llegar a acuerdos, siempre con objetivos y contenidos «claros y concretos». «Los acuerdos tienen que ser para mejorar la vida de los bilbotarras y no para alimentar un modelo caduco y agotado», advirtió.

Ana Viñals, de Elkarrekin Podemos, reprochó a Aburto que, pese a anunciar grandes proyectos estratégicos, «la realidad muestra que todo o casi todo está por hacer».