El contrato de consentimiento que se cruzaron futbolistas es un bulo de 2017
La desinformación sobre la ley del «solo sí y es sí« con noticias llamativas es algo recurrente. A raíz del procesamiento del jugador Rafa Mir ha aparecido publicado un contrato absurdo que, supuestamente, emplearían algunos futbolistas antes mantener relaciones sexuales. Las primeras versiones del texto se subieron a la red en 2017 y su contenido es un disparate jurídico.

La denuncia de la existencia de un contrato para mantener relaciones sexuales que usarían futbolistas parece tener un origen serio. La hizo pública el martes Miguel Galán, que ocupa un puesto de responsabilidad en el llamado «mundo del fútbol», dado que es presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España (Cenafe).
Galán publicó imágenes de un supuesto contrato en inglés que «circula» entre jugadores de alto nivel y concretó que se lo habían pasado dos futbolistas de Primera. También aseguró conocer una aplicación móvil con esa función.
Sin quitar veracidad a la fuente, está claro que todo esto es un bulo. Y los futbolistas, las víctimas.
No cuesta demasiado encontrar versiones similares de este supuesto contrato -incluyendo la parte más polémica, el consentimiento a priori para una «violación accidental»- subidas a la plataforma Scribd en 2017. Cinco años antes, por tanto, de la ley del «solo sí es sí», que se aprobó en 2022.
«Desde una perspectiva jurídica, ese documento es absurdo», sostiene el magistrado Pedro Herrera, miembro del secretariado de Juezas y Jueces por la Democracia. «Es inviable -remarca- preestablecer el alcance y contenido de unas relaciones sexuales».
DESMENTIDO «TAJANTE
» Este juez aclara que en el hipotético caso de que alguien se prestara a firmar un contrato así, en nada le condicionaría para decir que no quiere seguir adelante en una relación sexual en cualquier momento.
Herrera considera, por tanto, que hay que ser «tajante» a la hora de abordar este tipo de informaciones. El contrato es falso.
En consecuencia, no hay un oscuro asesor jurídico tan torpe como para aconsejar a futbolistas o cualquier otra celebrity emplear un documento de este tipo, porque iría contra sus propios intereses.
Miren Ortubuay, penalista y criminóloga de la UPV-EHU, corrobora esta tesis: «El consentimiento debe ser libre y mantenido. Se puede retirar cuando se quiera».
Y considera que el documento, además, está mal formulado. «Los acuerdos ni siquiera se redactan así, donde uno propone y el otro acepta. Eso nos dice algo de la mentalidad del redactor».
Esta penalista va más allá. «Si alguien presentara algo como esto en un juzgado, provocaría justo el efecto contrario. Solo hacer que alguien firme esto denota prepotencia y desigualdad en la relación. Y, además, se percibe cierta premeditación y cierta intención de no hacer caso a lo que la otra persona vaya a decir o hacer después de la firma», añade Ortubay.
En resumidas cuentas, el supuesto contrato es un sinsentido. Un bulo interesado, al que pronto han dado pábulo voces contrarias al cambio legislativo que supuso la ley del «solo sí es s»', aprovechando el morbo que despiertan los puntos más sórdidos que aparecen en las falsas cláusulas.
¿POR QUÉ SE LO HAN CREÍDO?
Otra cosa es por qué los futbolistas de élite han podido picar en semejante bulo y han comenzado a pasarse unos a otros este documento, si la revelación de Galán es cierta.
La directora del Instituto Navarro de la Igualdad, el INAI (que equivaldría a Emakunde en la CAV), considera que el verdadero quid del escándalo es ese, qué mentalidad hay que tener para creer que un documento así puede ser útil.
Patricia Abad sostiene que el documento trata de apuntalar un estereotipo machista de «la mujer es mentirosa y está guiada por oscuros fines para hacer víctima al hombre».
Asimismo, la directora del INAI afirma que entender una relación sexual a modo de transacción como la que el documento describe evidencia «una grave carencia de educación sexual, o un concepto del sexo pobre y limitado».
Las prácticas sexuales que enumera y trata de concretar el documento publicado por Galán es «el del disfrute egoísta, que deja de lado el deseo mutuo y la comunicación».
Abad muestra su preocupación por la actitud de quienes son referentes para una gran parte de la población, que constituyen la visión del éxito para infinidad de niños.
La directora del INAI, en este sentido, cita el ejemplo de la Premier League inglesa que, en 2022 y ante la aparición de varios casos de delitos sexuales por parte de futbolistas, «introdujo una formación obligatoria para responsables y jugadores sobre educación sexual y consentimiento».

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