Iñaki IRIONDO

Solo ocho centros de la CAV solicitaron el testimonio de víctimas en sus aulas

El Gobierno de Lakua presentó ayer su plan de convivencia en la educación, cuyo elemento más mediático es la asistencia de víctimas a los centros. Pero pese a los ríos de tinta que hacen correr, solo han acudido a ocho centros. Ahora habrá también víctimas de la violencia estatal.

El programa que contemplaba la presencia de «víctimas del terrorismo» en las aulas fue uno de los más mediáticos del Plan de Convivencia Democrática puesto en marcha por el Gobierno de Patxi López. Sin embargo, desde su entrada en funcionamiento en 2011, apenas ocho centros han solicitado el testimonio presencial de estas víctima de ETA, GAL y el BVE. Así se recoge en una reciente documentación remitida por Lakua al Parlamento.

El Departamento de Educación pretende ahora reformular este programa, que incluirá también a víctimas de la violencia estatal. La propuesta fue recogida ayer como novedosa, aunque la consejera del anterior Ejecutivo, Isabel Celaá, ya mostró en febrero de 2012 su disposición a contar con testimonios de víctimas policiales, con la condición de que fueran «reconocidas por sentencia».

Sin evaluación de lo hecho

Pese a la importancia que el pacto PSE-PP dio a la presencia de «víctimas del terrorismo» en las aulas, el Gobierno de Patxi López se marchó sin dejar «datos o documentos previos sobre la descripción, definición o proyección del programa, ni posteriores sobre su desarrollo, sistematización, cuantificación o balance de su aplicación».

Los responsables actuales del Departamento de Educación tuvieron que entrevistarse con altos cargos del anterior ejecutivo, con asesores del programa y con los centros y víctimas participantes para hacerse una idea de lo realizado. Según consta en un documento remitido al Parlamento el 18 de octubre, «se ha podido documentar la participación en el programa de ocho centros».

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, y el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, presentaron ayer el documento de las bases de los proyectos del Plan de Paz en el ámbito educativo. En dicho documento ya se recoge que en la evaluación realizada del desarrollo del programa de «víctimas educadoras» entre 2011 y 2013 se observan «algunos déficit de definición, de interacción con los centros y los docentes y, especialmente, de implantación de esta iniciativa».

Estos déficits pretenden ser subsanados en el futuro, puesto que el actual Gobierno sigue considerando útil el testimonio de todo tipo de víctimas en 4º de ESO y en Bachiller. Al grupo de víctimas que ya han sido preparadas para acudir a los centros se unirán otras de la violencia policial. Además de la presencia de las víctimas en las aulas, se mantienen otras formas de testimonio como las grabadas en vídeo y las escritas.

El documento presentado ayer incluye otra serie de programas para alumnos, profesoras y centros y ha sido distribuido entre los agentes educativos para que durante los meses de noviembre y diciembre hagan sus aportaciones.

El secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, pidió que los análisis del documento se hagan desde el punto de vista educativo, y no desde la visión política.