GARA SANTIAGO DE CHILE

Crece el pesimismo en la derecha chilena ante las elecciones presidenciales

El pesimismo se va asentando en la derecha chilena y su Gobierno cuando faltan cinco días para las elecciones presidenciales del domingo, que puede vencer en primera vuelta Michelle Bachelet.

Todas las encuestas prevén la victoria de la expresidenta de Chile y candidata de la Nueva Mayoría, alianza formada para renovar la Concertación, Michelle Bachelet. Algunos sondeos le otorgan incluso más de un 50% en intención de voto en la primera vuelta del domingo. Ante estos pronósticos, la sensación de pesimismo se está apoderando de la derecha chilena, y a ella se ha sumado el propio presidente, Sebastián Piñera, quien afirmó que no considera un fracaso la eventualidad de entregar el cargo a Bachelet en marzo. No obstante, aseguró que será «un tremendo error» que los chilenos se decanten por la exmandataria en lugar de por la candidata de la derechista Alianza por Chile, Evelyn Matthei, al considerar que Bachelet interrumpirá el proyecto de desarrollo del país iniciado por él.

La encuesta del Centro de Estudios Públicos, la más prestigiosa y difundida hace dos semanas, arrojó una intención de voto del 47% para Bachelet y un 14% para Matthei (el 20% en el mejor de los casos).

Fragmentación

Por primera vez, los chilenos elegirán presidente haciendo uso del voto voluntario, y no obligatorio, para escoger entre nueve candidatos que, en su mayoría abogan por cambiar la Constitución, reformar la educación y combatir la desigualdad, y que evidencian la atomización de las fuerzas políticas, y donde, según analistas, la izquierda real lleva las de perder por su falta de unidad.

Nueva Mayoría incluye desde la Democracia Cristiana, PS, PPD, Izquierda Cristiana, MAPU Obrero y Campesino y Partido Radical Social Demócrata hasta el diezmado Partido Comunista. La diáspora de este último, provocada por su adhesión a la Concertación, apoya -junto a una parte importante del movimiento estudiantil- al economista Marcel Claude, cuyo programa se asienta fundamentalmente en el de la Unidad Popular.

Ese amplio arco político reunido bajo el paraguas de Nueva Mayoría ha dificultado la articulación de un programa avanzado de gobierno.

Pero la fragmentación afecta también al conglomerado oficialista, Alianza por Chile, debido a las medidas que iban adoptándose para contentar a las clases dominantes y las rencillas internas se han intensificado, sobre todo entre sus dos principales partidos, Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente (UDI), ambos nacidos al calor de la dictadura de Pinochet.

La inscripción automática en el censo supone la incorporación de casi cinco millones de potenciales votantes -aunque los cientos de miles que residen en el extranjero siguen sin poder votar-, y aunque la incertidumbre sobre su comportamiento es elevada, hay cierto consenso de que la clave está en los votantes jóvenes.

Los sondeos apuntan a que solo cuatro de los nueve aspirantes tienen alguna posibilidad. Además de Bachelet y Matthei, los otros dos serían el derechista Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista. El resto roza el 1% en las encuestas.

De confirmarse los pronósticos, con un apoyo históricamente bajo, las elecciones del domingo podrían suponer un serio revés para la derecha chilena, porque además de la Presidencia los sondeos otorgan una cómoda mayoría en ambas cámaras a la oposición, ya que el domingo se renuevan la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.