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Fagor confirma el cierre de Edesa y promete recolocar a los trabajadores

El consejo rector de Fagor Electrodomésticos confirmó ayer a la plantilla de Edesa que las ayudas anunciadas por la Diputación de Bizkaia «no garantizan por sí solas la viabilidad» de la fábrica de Basauri, por lo que entrará también en el concurso de acreedores de la cooperativa, que previsiblemente se presentará hoy. Los directivos de Fagor prometieron que intentarán recolocar al máximo número posible de empleados, aunque estos no lo consideraron creíble.

La dirección de Fagor Electrodomésticos se reunió ayer tarde durante más de dos horas con los 230 trabajadores de Edesa para informarles, tal y como lo hiciera el pasado viernes su director general, Sergio Treviño, de que la empresa «no se acogerá a las ayudas forales propuestas por la Diputación de Bizkaia», porque los 3 millones de euros propuestos «no garantizan por sí solos la viabilidad de la empresa», dedicada a la fabricación de termos eléctricos y acumuladores.

Según explicaron los integrantes del consejo rector, encabezados por su presidente, Xabier Bengoetxea, la ayuda que había planteado la Diputación «valdría para el arranque» de la planta, pero «luego sería necesaria una aportación mayor».

En ninguno de los escenarios, se garantizaba la viabilidad de Edesa, por lo que se incluirá en el concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos, que se presentará previsiblemente hoy mismo. De esta forma, la fábrica cesa su actividad y quedará en manos de un administrador concursal para que gestione el pago de las deudas.

Al terminar el encuentro, varios trabajadores que accedieron a hablar con la prensa expresaban una mezcla de dolor, resignación y dudas sobre la promesa de recolocaciones.

El portavoz de los trabajadores, Ernesto Pérez, explicó que los empleados de la planta vizcaina se encuentran muy afectados, «peor que el viernes». La reunión de ayer, según indicó, fue «más contundente», con una exposición «más a detalle» en la que les plantearon, haciendo «proyecciones de mercado», que «los números no dan».

Sigue el encierro

Los empleados anunciaron que seguirán con el encierro que comenzó el pasado lunes y que se manifestarán mañana en Basauri en defensa de sus puestos de trabajo. «Ésta es nuestra casa y, al menos, haremos terapia de grupo«, dijo, resignado, Ernesto Pérez.

Sobre las posibles recolocaciones, los empleados tampoco consideraron creíble la oferta de la dirección: «Se supone que nos van a reubicar, pero no se lo cree nadie». Otro trabajador, Carlos Domingo, comentó que «si no hay solución de otra forma, el que te recoloquen es la única solución, salvo que el administrador concursal vea que se puede sacar a flote alguna empresa, y si es Edesa, mejor».

Algunos empleados recelaron de la versión ofrecida por el presiente del consejo rector, Xabier Bengoetxea, sobre la falta de viabilidad de la planta. «Quiero pensar que el que ha hecho esos números los ha hecho bien, pero tengo mis dudas», sospechó un trabajador. Amparo García, una de sus compañeras, apostilló: «Nosotros no somos economistas. En la reunión nos han enseñado números y números, y no tenemos ni idea. Nosotros ponemos tornillos, que es lo que queremos hacer».

Tras la confirmación de la entrada en concurso, los empleados urgieron a que cualquier medida que les afecte sea adoptada «cuanto antes».

Lakua pide tranquilidad

Desde el Gobierno de Gasteiz, se reclamó sosiego. Tras conocer la confirmación de Fagor, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, señaló que la situación es «la misma en la que estábamos el 30 de octubre cuando Mondragon comunicó que no iba a atender la solicitud de financiación de Fagor».

En declaraciones realizadas en Bilbo, Tapia instó a «tranquilizarnos un poco, reposar y ser un poco responsables» y apeló a la responsabilidad de todos. «Todas las instituciones públicas y privadas tenemos que ser responsables y colaborar al máximo en lo que va a ser el escenario del día después», agregó.

Arantza Tapia dijo respetar la decisión de la Corporación, «que no es la que quería el Gobierno, pero respetable en cuando que entidad privada», y destacó que la obligación del Ejecutivo es atender a todas las personas que se van a quedar sin empleo como consecuencia de tener que reubicar a los cooperativistas de Mondragon.

«Eventuales se van a quedar en el desempleo, los tenemos que atender y a todas esas empresas del perímetro de Fagor Electrodomésticos que estaban trabajando como proveedores que se van a encontrar en una situación complicada», explicó.

La responsable de Desarrollo Económico y Competitividad dijo que el Gobierno de Gasteiz tiene que atender desde el punto de vista de empleo, de industrialización y de reindustrialización de «todo ese ámbito para minimizar el impacto que se va a producir».

Tapia indicó que «lo más probable» es que en un plazo «muy breve de tiempo» el concurso de Fagor Electrodomésticos sea de «liquidación, y en un concurso de este tipo se puede vender la empresa en su conjunto, trocearla, y puede haber ofertas de distintas características».

«Si existen posibilidades de volver a reflotar alguna parte de la empresa, si hay ofertas interesantes, el Gobierno lo analizará y verá en qué condiciones puede ayudar y tratará evidentemente de minimizar el impacto y hacer reflotar esa empresa. Pero eso es un escenario a medio plazo y todavía no estamos en ese escenario», concluyó.

ELA critica la «opacidad»

Entretanto, el sindicato ELA criticó la «total opacidad» que mantiene Fagor Electrodomésticos sobre su situación actual, de la que no informa «ni a los socios, ni a los trabajadores por cuenta ajena que tienen representación sindical».

En un comunicado, ELA censura a la Corporación Mondragon y asegura que ante una situación de crisis empresarial, «cualquier multinacional» facilita más información a los representantes de los trabajadores que esta cooperativa.

La dirección de Fagor, según ELA, se ha negado a mantener una reunión con esta central, pese a que tiene representación sindical en empresas laborales directamente afectadas por el anuncio del concurso de acreedores de la semana pasada.

«No es de recibo que una empresa que, en teoría, se soporta en criterios de responsabilidad social, actúe de esa manera», subraya ELA, que también considera «inaceptable» que las direcciones tanto de Fagor como de Mondragon «pretendan eludir su responsabilidad» en todo lo sucedido hasta llegar al momento actual.

El sindicato arremete, asimismo, contra la «inexistente» política industrial de Lakua y le acusa de haber confundido dicha política con la concesión de ayudas a las empresas «sin control sobre su utilización».