Aimar ETXEBERRIA

Retienen e insultan a un miembro de Sortu

La Guardia Civil retuvo el pasado martes en un control durante 45 minutos a Josu Lizarralde, miembro del Consejo Nacional de Sortu, para interrogarle sobre su militancia política y, de paso, insultarle. Lizarralde se dirigía a Oñati tras participar en una reunión en Arrasate.

Sortu informó ayer sobre un nuevo caso de persecución contra la izquierda abertzale. En este ocasión ha sido Josu Lizarralde, integrante del Consejo Nacional del partido, quien ha sufrido el acoso por parte de la Guardia Civil. Fue el mismo Lizarralde quien ofreció los detalles del episodio en una rueda de prensa, en Donostia, en la que estuvo acompañado por el alcalde de Oñati, Mikel Biain, de la miembro del Consejo de Sortu de Oñati, Maialen Urzelai, y del portavoz del partido, Pernando Barrena.

Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando Lizarralde se dirigía a Oñati después de participar en una reunión en Arrasate. Camino a casa, se encontró con dos Patrol de la Guardia Civil que, aunque no le pararon, dieron aviso a otros agentes. Dos kilómetros más adelante, otros dos todoterrenos aparecieron en el camino y, aunque no estaban deteniendo vehículos, pidieron a Lizarralde que lo hiciera. Por ello, comentó que fue un control puesto a propósito contra su persona.

Tras obligarle a descender y cachearlo, cuatro guardias civiles lo apartaron de su coche y lo condujeron unos 50 metros hasta que perdieron de vista el vehículo. Dos agentes se le acercaron para interrogarle, mientras que los dos restantes vigilaban desde cierta distancia. Según señaló el representante de Sortu, un agente le hacía preguntas sobre su militancia política, al tiempo que el otro le insultaba. «Después de cada pregunta me insultaban, y así todo el tiempo», explicó.

Lizarralde aseguró que los guardias civiles eran sabedores de todos los movimientos que realizaba, hasta el punto de que le describieron cronológicamente todo lo que hizo ese mismo día. 45 minutos estuvo en manos de la Guardia Civil, hecho que sopesa denunciar, aunque indicó que anteriormente ya ha presentado informes dos veces sobre la persecución a la que es sometido sin que llegaran a investigarse.

«No es un hecho aislado»

Pernando Barrena, por su parte, denunció en nombre de Sortu lo ocurrido a Lizarralde y añadió que lo vivido por el oñatiarra «no es un hecho aislado». En ese sentido, recordó las informaciones difundidas recientemente sobre el hecho de que el CNI espía a militantes de la izquierda abertzale o la rueda de prensa ofrecida por Ernai la semana pasada en la que denunciaron ser objeto de espionaje. Por todo ello, el portavoz de Sortu criticó con dureza la función que desempeñan las FSE en Euskal Herria y les mandó un claro mensaje: «¡Que se vayan! ¡Que nos dejen en paz!».