Juanjo BASTERRA

Trabajadoras de Hogar denuncian a dos agencias de colocación por abusos

La Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia denunció ayer abusos por parte de dos agencias de contratación privada, Apuros Mayse y Asisper, que afectan a las trabajadoras internas, de las que una parte importante son personas inmigrantes. Exigen control público.

La Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia y SOS Racismo denunciaron ayer a dos agencias privadasm Apuros Mayse, de Barakaldo, y Asisper, de Bilbo, por abusar de varias trabajadoras. Por la tarde, se concentraron ante la agencia privada de Barakaldo con el apoyo de la mayoría sindical, representantes de EH Bildu del municipio y de colectivos sociales.

La profesora de la UPV-EHU y portavoz de la asociación, Isabel Otxoa, explicó que las dos agencias «contratan trabajadoras para ponerlas como internas en el cuidado de personas mayores a domicilio, garantizando la atención de 24 horas, pero sin descanso diario, ni semanal, ni nocturno, en el caso de que esas personas requiera de atención de noche». Otxoa explicó que «en un precarizado mercado de trabajo, esta realidad se acentúa cuando nos referimos a las inmigrantes que trabajan y comparten nuestra sociedad. Empleadas como mano de obra barata, que es silenciada en la mayoría de las ocasiones por la Ley de Extranjería».

En los casos analizados en ambas agencias privadas, la Asociación de Trabajadoras de Hogar afirma que «esta irregularidad es una situación angustiosa, en la que la explotación laboral va ligada a la economía sumergida, relación laboral sin contrato de trabajo escrito, sin alta en la Seguridad Social, entre otras carencias». También denunciaron que, incluso, a las que trabajan internas se les deniega el empadronamiento «sin que ninguna autoridad ponga remedio».

La asociación exige al Gobierno de Gasteiz, a Lanbide y la Inspección de Trabajo que controlen «esa vulneración de derechos laborales» y «se penalice a las empresas explotadoras». Detallaron que, según consta en una de las denuncias, la agencia privada Apuros Mayse impuso a una trabajadora sin permiso de residencia y trabajo una jornada de 7 días durante 24 horas al día, sin descanso, por un sueldo de 1.200 euros. «Si pedía un día libre, la agencia le descontaba 100 euros del salario. Era una cantidad muy superior a lo que cobraba por día». La agencia cobraba a la familia 1.800 euros mensuales, es decir que sacaba libres 600 euros al mes. En la otra, Asisper, de Bilbo, el contrato era sin descanso en días laborales y libre desde el sábado al mediodía. Pagaba 700 euros en nómina y 400 euros más fuera de la misma.