Aritz INTXUSTA

Ateak Ireki se siente «pisoteada» y confía en que otras voces la releven

El auto mediante el cual el juez Eloy Velasco ordenó el cierre de Ateak Ireki, aún no es firme. Sin embargo, las empresas de telefonía ya han comenzado a denegar el acceso, sin esperar al recurso. La web navarra está prácticamente muerta. Sus responsables confían en que un nuevo medio dé voz a los movimientos sociales de Iruñea y aseguraron que ese nuevo medio contaría con todo su apoyo.

Los responsables de Ateak Ireki denunciaron ayer «el ataque a la libertad de expresión» que supone el cierre de este medio de comunicación navarro. Además, criticaron que se les haya censurado a través de un auto de tan solo tres páginas en las que ni siquiera se recogen los motivos de la decisión más allá de una presunta vinculación con el movimiento Herrira, cuya actividad se ha suspendido cautelarmente. A pesar de que el auto todavía no es firme, las empresas de telefonía ya han denegado el acceso a la página, por lo que será prácticamente imposible rescatarla, incluso aunque se presente un recurso y este dé la razón al medio.

Miguel Ángel Llamas, «Pitu», aseguró que la Audiencia Nacional ha «pisoteado» sus derechos y sostuvo que «nos encontramos ante una situación de indefensión total» porque no se les acusa «de nada en concreto». Por ello, se preguntaba: «¿En qué país democrático se puede cerrar un medio de comunicación sin ni siquiera argumentar o aportar pruebas para ello?». Él mismo respondió: «No lo busquéis en el mapa, porque esto no ocurre en ninguna democracia».

La rueda de prensa que ofreció ayer Ateak Ireki estuvo respaldada por profesionales de medios como GARA o «Berria» (el jueves, el medio censurado ya había recibido el espaldarazo de Hekimen, la asociación que aúna a todos los medios que publican íntegramente en euskara). También acudió a la cita el diputado de Amaiur, Sabino Cuadra, y dirigentes de todas las formaciones que integran la coalición. Entre los presentes había un nutrido grupo de representantes de gran parte de los agentes sociales de Iruñea y, por supuesto, de usuarios de la página web.

Pitu señaló que el movimiento social va ha perder una herramienta fundamental y una «voz disidente» a través de la cual trasmitían su mensaje. El periodista consideró que resulta necesario que «el movimiento popular y combativo de Nafarroa tenga formas y canales para difundir su voz en la red». Por ello, confió «en que toda la solidaridad que hemos recibido estos días se canalice y que con el esfuerzo de todas y todos logremos que en las próximas semanas existan nuevos proyectos comunicativos para lograrlo». Quienes supieron construir con éxito la web alternativa más potente de Iruñea no van a quedarse al margen de estos nuevos proyectos, dado que ayer se comprometieron a ofrecer «toda su ayuda» a quienes decidan a tomarles el relevo.

Acciones de protesta

Ateak Ireki deja en el aire las acciones judiciales que se puedan tomar para evitar el injusto cierre. Ayer se limitó a decir que eso queda en manos de los abogados. Por contra, sí que anunciaron dos iniciativas públicas para denunciar el ataque contra la libertad de expresión. Pronto se comenzará a difundir un manifiesto «muy breve, pero muy contundente» contra el cierre de la web. En paralelo, se ha convocado a una concentración de protesta para el próximo sábado a las 19.00 horas en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea.

Por otro lado, los responsables de la web consideran que el cierre del medio de comunicación no puede desvincularse del nuevo momento que vive Euskal Herria y el contexto de crisis económica y social. «

El cierre de Ateak Ireki demuestra que el Estado español, el Gobierno del PP, sigue utilizando la represión para hacer frente al nuevo escenario político que existe en Euskal Herria», aseguraron. A su entender, Madrid «no da pasos en favor de la resolución del conflicto, sino todo lo contrario y, además, con el cierre de Ateak Ireki demuestra que es capaz de todo para eliminar las voces disidentes y molestas en estos tiempos tan convulsos a nivel socioeconómico». «No quieren que se oiga la voz de quienes salen a la calle», zanjaron.