GARA

Decenas de muertos en Trípoli en una manifestación contra las milicias libias

El caos en la seguridad de Libia bajo control de las milicias quedó ayer patente cuando una manifestación que pedía su disolución fue objetivo de los disparos de los milicianos, respondidos a su vez con un ataque de grupos armados, con el resultado de más de 30 muertos.

El ministro libio de Sanidad, Noureddine Daghmane, cifró en 31 el número de muertos y en 285 el de heridos por los choques registrados ayer en Trípoli, tras los disparos contra cientos de manifestantes que pretendían expulsar a los guerrilleros de su bastión en el sur de Trípoli.

La manifestación, en principio pacífica, que reclamaba la salida de esta milicia originaria de Misrata, comenzó tras la oración del mediodía en el barrio de Gargur, cerca del aeropuerto internacional de Trípoli.

Los congregados marchaban de manera pacífica en dirección a esta zona de la capital cuando varios milicianos comenzaron a disparar al aire y contra los manifestantes. El caos se extendió y los disparos, los gritos de protesta y las sirenas de las ambulancias se superponían. Poco después la mayoría de los manifestantes abandonaron el lugar, pero un grupo de personas se quedó en la zona y coreó gritos pidiendo la intervención de la milicias de la capital.

Más tarde hombres armados de diferentes grupos de la capital asaltaron e incendiaron el cuartel general de la milicia de Gargur, acorralando a sus miembros en una de las casas que ocupaban. Algunos testigos señalaron que también abandonaron esta vivienda y algunos resultaron heridos y otros detenidos.

Otros testigos relataron que una columna de humo se elevaba desde este barrio de Trípoli. Al caer la noche los combates continuaban en las calles y los hospitales seguían recibiendo heridos. Asimismo, no estaba claro cuántos de los quince muertos eran manifestantes y cuántos milicianos.

Decreto de disolución

El presidente del Consejo Local de Trípoli, Al Sadat Al Badri, había adelantado el jueves la celebración de esta marcha en favor de la aplicación del decreto 27 del Congreso Nacional (Parlamento) que determina la salida de las milicias de la capital. «Queremos un Trípoli sin armas», dijo Al Badri insistiendo en que la protesta sería pacífica.

«La presencia de armas de todo tipo, ligeras, medias y pesadas en los edificios de viviendas o en zonas civiles o gubernamentales no se puede tolerar bajo ningún concepto», insistió.

La debilidad de las fuerzas de seguridad controladas por el Gobierno tras la guerra que desembocó en la caída de Muamar al Gadafi, en 2011, ha mantenido activas las milicias surgidas durante el conflicto. Algunas incluso operan dentro de las propias fuerzas de seguridad, otras al margen de ellas, y muchas no responden a las órdenes de las autoridades.