Maider IANTZI DONOSTIA
Elkarrizketa
Iñaki errazkin
Diputado de medio ambiente de gipuzkoa

«Estas semanas son claves. Se definirá qué estructuras y cómo construir»

Después de que la Diputación y la UTE Gipuzkoa CGR finiquitaran el miércoles el proyecto de la incineradora de Zubieta, GARA ha hablado con Iñaki Errazkin para saber qué pasará ahora, cuáles serán los próximos pasos. El diputado hace hincapié en el consenso («en el 80% todos estamos de acuerdo», insiste durante la entrevista) y, una vez superado «el obstáculo» que suponía el contrato de esta planta, considera que es hora de tomar decisiones y crear «una red de infraestructuras flexible».

El escenario que se ha abierto esta semana posibilita, en opinión de Iñaki Errazkin, realizar las infraestructuras que ha planteado su gobierno y que también contemplaba el anterior en su planificación. En estos momentos, es lo que más les urge. Las campas de Zubieta que ya estaban preparadas para la incineradora se van a poder utilizar para los nuevos equipamientos. Entre otros, se proyectan una planta de tratamiento mecánico-biológico y otra de biomineralización, «que servirá para crear energía que se puede utilizar como biogas en el transporte urbano». Considera que también se necesitan nuevas plantas de compostaje, como la que se está haciendo en Bergara, para tratar todo el orgánico que se está recogiendo y se va a recoger en Gipuzkoa, porque «el reciclaje aumenta día a día».

¿Ve posible finalizar las infraestructuras en esta misma legislatura?

Si llegamos a acuerdos y consensos, se podrían terminar en esta legislatura. Durante las próximas semanas se nos abre un escenario de debate y decisión. No solo en el Consorcio; también para el consenso político y social que necesitamos para abordar ese 80% en el que decimos que todos estamos de acuerdo. Esas infraestructuras necesitan unos meses para desarrollarse, pero lo urgente es que se pongan en marcha y que se cree de una vez por todas una red de infraestructuras flexibles. Esos equipamientos tienen que ser capaces de amoldarse a la evolución en la recogida y el reciclaje que se está logrando entre la ciudadanía de Gipuzkoa. Tienen que dar cabida a la realidad de hoy en día, pero también a la de dentro de cinco o diez años, donde el reciclaje va a ser mucho mayor.

¿Tienen establecidos plazos concretos?

Es el Consorcio el que tiene que dirimir. Hasta ahora teníamos un gran obstáculo que era el contrato de la incineradora. Eso nos impedía poder tomar decisiones de una manera formal desde GHK de cara a estas nuevas infraestructuras. Durante las próximas semanas va a ser el momento en que el Consorcio tendrá que definir qué estructuras y cómo construir. Va a ser el momento en que GHK decida una nueva licitación en torno a esas infraestructuras. Y esas licitaciones serán las que pondrán las fechas de desarrollo y terminación de los proyectos. Los que hay que empezar con más urgencia son los que nos posibilitan el tratamiento de ese 80% de los residuos que recogemos y que recogen los ayuntamientos todos los días.

¿Cómo se reducirá la fracción resto con esas nuevas infraestructuras de Zubieta?

En estos momentos está proyectada para Zubieta una planta de tratamiento mecánico-biológico donde se reduce un 10-15% la fracción rechazo. Luego, se le da un tratamiento orgánico, como se hace con el compost, inertizando el material orgánico que tiene la fracción rechazo. Con eso, lo que conseguimos es que se reduzca a la mitad el volumen. Si Gipuzkoa plantea una recogida selectiva del 60%, se pasaría de las 190.000 toneladas actuales a 130.000 dentro de dos-tres años. Con las plantas de tratamiento mecánico-biológico, eso se reduciría a la mitad, es decir, unas 60-70.000 toneladas que nos alejarían mucho de los 260.000 toneladas que planteaban quemar en la incineradora. Luego, toda la materia orgánica que se recoja, tanto por vía del compostaje como por la biometanización, se podría aprovechar. En ese sentido, también los plásticos, el vidrio... Necesitamos una red que pueda abordar todo ese recorrido que estamos haciendo en el reciclaje. Este es el escenario, el debate que se abre en estos momentos, de cara a profundizar en los siguientes dos-tres años.

¿Qué pasará con los vertederos? Pusieron 2014 como límite para cerrarlos; ¿será posible cumplir lo dicho?

2015 vamos a decir, 31 de diciembre de 2014. Será posible si somos capaces de llevar a cabo las plantas de tratamiento que estamos proyectando en estos momentos. Si somos capaces de llegar a consensos y decisiones en torno a la construcción de estas plantas, esos compromisos se pueden cumplir. Si no llegamos, si no se adquieren esos compromisos, estaríamos como en 2009 que, recordemos, era la fecha que se daba para cerrar los vertederos de Azpeitia, Zarautz y Sasieta. Hay que centrarse en el verdadero debate: ¿vamos a tomar el compromiso de construir estas plantas flexibles que nos van a llevar desde el buen camino a lograr los objetivos de reciclaje? Ese es el emplazamiento que estamos haciendo, tanto a las mancomunidades como a diferentes políticos, movimientos sociales... Es muy importante que todos participemos en ese debate para decidir y asumir los compromisos que adquiridos. Lo demás, las fechas, las propuestas que se puedan presentar, están ahí, pero lo relevante es que se tomen las decisiones. Si lo hacemos de una manera consensuada, va a ser más rápido. Los compromisos se mantienen, se va a hacer un esfuerzo para llegar, pero, insisto, será posible si somos capaces de abordar estas propuestas, porque la basura no desaparece, en ningún lado. Y hay que decirlo sin complejos. Si somos capaces de mirar frente a frente a la problemática que tenemos, será posible llegar a estos objetivos. Pero eso no se puede hacer sin ningún esfuerzo. Nosotros, por medio del Consorcio y la Diputación debemos poner las infraestructuras para responder a ese esfuerzo que están haciendo los ayuntamientos de cara a una buena recogida selectiva. Ahí está la clave. Y si avanzamos en ese sentido, minimizaremos mucho la problemática de los residuos.

¿Si no consiguen construir las infraestructuras antes de que desborden los vertederos, qué haran?

El Consorcio está haciendo un seguimiento exacto del llenado. Lo prioritario es que para que no se desborden, se hagan las infraestructuras necesarias. Luego, en tanto en cuanto estamos avanzando en la recogida selectiva, los márgenes son muchísimo mayores. Por lo tanto, no vayamos a ser alarmistas porque no hay razón para ello. El recorrido está planteado. Hay una urgencia para cerrarlos tal y como están ahora, pero en estos momentos no están desbordados. Es como cuando se dice que con el PaP hay ratas gigantes por la calle. No es cierto. Otra cosa es que los vertederos crean problemas. Eso lo vivimos, y yo, siendo de Azpeitia, de muy cerca. Por eso es urgente cerrarlos y por eso tenemos que ser capaces, insisto, de avanzar en ese 80% para alcanzar acuerdos y minimizar muchísimo los problemas que derivan de una mala gestión de residuos.

Habla mucho de consenso. ¿Con quién?

Creo que entre todos, por una cuestión muy simple. Estamos todos de acuerdo con el objetivo del 60% de recogida selectiva. Luego, los sistemas concretos son debates que tiene que desarrollar cada pueblo, cada ayuntamiento. Nosotros lo que decimos es que se recoja bien, que se recoja separado, para hacer el tratamiento de una manera adecuada. Ahí entran las infraestructuras que hemos planteado, contempladas también en la legislatura anterior, no lo olvidemos, porque en el debate de los residuos hay que decir una cosa: se sobredimensionan mucho los desacuerdos y nunca se habla de las cosas en que estamos de acuerdo: las plantas de tratamiento mecánico, biometanización y compostaje, por ejemplo. Ese consenso, en teoría, ya existe; lo que falta es ponerlo en práctica, porque no solo Bildu gobierna en las mancomunidades; el PSE está a la cabeza de tres mancomunidades de Gipuzkoa. Por lo tanto, la responsabilidad es de todos. Si estamos de acuerdo en ese 80%, ¿a qué estamos esperando? Planteamos dar pasos que sean efectivos. Lo primero: el 80% en que estamos de acuerdo. Esta problemática no es partidista, sino de gestión y social. Por lo tanto, si en algunos países de Europa son capaces de llegar al 60% de recogida selectiva; ¿por qué no lo vamos a hacer en Gipuzkoa? De hecho, en estos momentos, por ejemplo, la Mancomunidad de Sasieta está en un 50% . Estamos llegando a los objetivos.

«Planteamos algo muy simple: hagamos eso en lo que estamos de acuerdo»

En las reuniones con otros partidos y agentes, ¿van a poner encima de la mesa el plan que presentó Juan Karlos Alduntzin en junio de 2012?

No. Lo que estamos planteando es muy simple: había unas infraestructuras en la anterior planificación aprobadas por los demás partidos. Si las llevamos a cabo con una recogida selectiva adecuada, llegamos a gestionar el 80% de la problemática de los residuos. No pedimos a la oposición que apruebe nuestra propuesta, pero hay muchas cosas que compartimos y, por lo tanto, nadie se tiene que «bajar los pantalones» ni se tiene que humillar ni debe aceptar lo del otro. Seamos capaces de hacer eso en lo que estamos de acuerdo. Ese es el calendario y la formulación que estamos planteando de cara a los siguientes meses. Por ejemplo, la semana pasada todas las mancomunidades y la Diputación hicimos un convenio para desarrollar el compostaje comunitario.

¿Cómo van a hacer para que la gente recicle más?

Hay que poner unas bases importantes de cara a una buena recogida selectiva. Las bases son que la recogida selectiva no es una cuestión voluntaria, sino un deber cívico y, por tanto, administrativo. No mezclemos lo que llega a casa separado. En ese sentido, se están logrando acuerdos muy positivos planteando niveles de recogida del 70%. En Arrasate, por ejemplo, PNV y Bildu han adquirido el compromiso de llegar a un 70%, en Azpeitia también... Ese es el buen camino. La mejor tecnología son nuestras manos. Hay que pensar que el 80% de los residuos que echamos a la basura son dinero y riqueza, y que si los recicláramos evitaríamos muchos problemas de salud y medioambientales.

Fue tajante al afirmar que no se va a hacer la incineradora «ni hoy ni nunca». ¿Está tan seguro?

No lo dije porque en la siguiente legislatura vayamos a estar nosotros o no. Lo dije porque los números no dan. Es inviable plantear una planta con 60.000 toneladas. ¿Vamos a pagar cinco veces más la tarifa de la basura? Hace tiempo, incluso desde otros partidos, ya se comentaba que había alternativas mejores, como llevar la basura a Zabalgarbi, propuesta que nosotros no compartimos. M. I.