Marie SANZ

Exlíderes estudiantiles chilenos, a las puertas de Parlamento

Después de haber estado al frente de las manifestaciones de estudiantes más multitudinarias de los últimos años en Chile, los emblemáticos exlíderes del movimiento estudiantil Camila Vallejo y Giorgio Jackson quieren ahora luchar contra el sistema desde dentro, y es prácticamente seguro que mañana se convertirán en diputados.

«El momento político es diferente, Chile ha cambiado y eso nos ayuda a evaluar las decisiones que debemos tomar para acompañar a las demandas sociales», declaró Camila Vallejo a AFP. Líder de las protesta estudiantiles, convertida en una celebridad más allá de las fronteras de Chile, el exvicepresidenta de la influyente Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y militante de las Juventudes Comunistas de Chile aspira ahora a un escaño de diputada por el popular barrio de la Florida, en las afueras de Santiago, donde nació.

En su último mitin de campaña esta semana, la carismática Camila Vallejo, de 25 años, que fue elegida en 2011 «personalidad del año» en su país, llamó a los residentes en el barrio a votar el domingo afirmando que estas elecciones son el «comienzo de una nueva primavera, de un nuevo ciclo político en Chile».

Su apoyo a la expresidenta Michelle Bachelet, cuya victoria es casi segura, fue visto por algunos de sus antiguos compañeros como una traición. Porque en enero de 2012 , la líder del movimiento estudiantil , descrita por «The New York Times» como «la revolucionaria más glamurosa del mundo», había dicho que «jamás estaría dispuesta a hacer campaña por Bachelet o a llamar a los jóvenes a votar por ella».

Para justificar hoy su cambio de opinión, reivindica ante la agencia AFP «una decisión política que asumimos para poder hacer viables las demandas de la calle en un futuro Gobierno».

El movimiento de protesta estudiantil en Chile ha denunciado incansablemente un sistema educativo de dos velocidades público-privado, realizando desde 2011 más de 40 manifestaciones que figuran entre las más multitudinarias desde el retorno de la democracia en 1990. Desde el fin de la dictadura (1973-1990), el país no había experimentado un movimiento similar, que provocó una serie de crisis en el Gobierno derechista de Sebastián Piñera y tres remodelaciones de Gabinete.

Agentes de cambio

Hoy Camila Vallejo se postula para el Congreso bajo la bandera del Partido Comunista de Chile, que se levanta de las cenizas para convertirse en parte de Nueva Mayoría, la coalición de izquierda reunida en torno a Bachelet.

Por su parte, Giorgio Jackson, expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de 26 años, tomó un camino diferente al formar su propio movimiento político, Revolución Democrática.

Se presenta como independiente por un barrio del centro de Santiago al no poder llegar a un acuerdo con la Nueva Mayoría durante las elecciones primarias que ganó Bachelet.

Pero gracias a la decisión personal de la expresidenta de no presentar más candidatos de su coalición en esa circunscripción, Jackson, con su título de ingeniero civil en la mano, se convertirá casi seguro en diputado.

«Yo no quiero ser espectador, sino actor, y ser actor es asumir responsabilidades y poder actuar», señala a AFP tras una reunión en una sala de Santiago con jubilados y amas de casa.

Su movimiento se compone principalmente de jóvenes profesionales que han optado por no apoyar a Bachelet en la primera ronda.

Ahora que han dejado las calles, Vallejo y Jackson aseguran que otros retos y otras batallas se abren ante ellos.

«La educación ha sido mi leitmotiv para poder entrar en el Parlamento, pero hemos avanzado y hay otras cuestiones como las pensiones, la salud y el medio ambiente, que atraviesan la misma crisis que la educación», afirma Vallejo.

En cuanto a los nuevos dirigentes estudiantiles, la autonomía sigue siendo importante a pesar de la casi segura llegada del centroizquierda al Gobierno.

La nueva presidenta de la FECH, Melissa Sepúlveda, de 23 años, elegida el pasado martes, se define como «de tendencia anarco-libertario-feminista» y evoca una «relación con Bachelet esencialmente basada en la desconfianza».

La estudiante de Medicina, primera presidenta de la FECH anarquista en 90 años, promete «un movimiento radical y revolucionario» para «destruir las raíces del sistema» y una radicalización del movimiento estu- diantil en 2014.

Como el 40% de los votantes chilenos, según las encuestas, se abstendrá en las elecciones de mañana.

Prevén que el pinochetismo perderá la cuarta parte de sus diputados

El analista y legislador José Auth, con varios aciertos a su favor en el pasado, augura que el pinochetismo civil perderá el mañana al menos una cuarta parte de sus cuarenta diputados debido, sobre todo, a una «caída estrepitosa de la Unión Demócrata Independiente (UDI)». Esa pérdida posibilitará, a su juicio, la liquidación de la pesada herencia política y económica de la dictadura de Pinochet.

Auth cree que votarán siete millones de electores en un escenario de voto voluntario y estima que la UDI logrará entre 28 y 32 diputados, es decir, entre ocho y doce menos que en 2009.

Considerando a la derecha en su conjunto, recalcó que perderá seis puntos porcentuales del 43,5% que logró hace cuatro años, lo que se traduciría entre cuatro y siete escaños.

Además, afirma que sin un Congreso mayoritario no habrá nueva Constitución. «LA JORNADA»