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La Unión Patriótica vuelve treinta años después de su genocidio

La Unión Patriótica (UP), cuyos dirigentes y militantes fueron exterminados en la década de los 80 mediante atentados y masacres, inauguró ayer en Bogotá su V Congreso Nacional, cuatro meses después de haber recuperado su personalidad jurídica. En el congreso, de tres días de duración, discutirá y aprobará sus líneas de acción política y organizativa, actualizará, reformará sus estatutos y elegirá a su junta de dirigentes de cara a las elecciones de 2014.

El «renacimiento de la esperanza», como llaman sus dirigentes el regreso a la vida política, comenzó con una marcha que partirá de la zona central de la capital y culminará en el Parque Santander, donde se celebrará el acto público de apertura del congreso. Las deliberaciones tanto de hoy como de mañana serán a puerta cerrada, según los organizadores de la reunión.

La Unión Patriótica fue creada en 1985 a raíz de una negociación de paz celebrada un año antes entre el Gobierno del entonces presidente colombiano Belisario Betancur (1982-1986) y las FARC-EP.

En las elecciones de 1986, obtuvo más de 320.000 votos que le permitieron llegar al Congreso y a numerosas administraciones municipales. Grupos paramilitares mataron a cerca de 4.000 líderes del partido, entre los que había dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 13 diputados regionales, 70 concejales y 11 alcaldes, y militantes.

Entre los participantes en el congreso está Aída Abella, líder histórica de la UP y coordinadora del partido, quien regresó a Colombia tras 17 años de exilio en Europa. «Aída fue la última presidenta de la UP, elegida en un periodo marcado por un baño de sangre, y fue objeto de un atroz atentado que se hizo como parte del plan golpe de gracia, en cuya ejecución fue asesinado mi padre», recordó el congresista Iván Cepeda, hijo del senador Manuel Cepeda, una de las víctimas de la campaña de exterminio de la UP.