Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA A 14ª Jornada

Un examen en dos direcciones

El Alavés espera poner fin a su mala racha pese a recibir la visita del líder. Un Recreativo que tampoco atraviesa su mejor momento.

ALAVÉS - RECREATIVO

El Alavés atraviesa un momento delicado. Cuando parecía que le había cogido el pulso a la categoría e incluso había celebrado por primera vez dos victorias de forma consecutiva, juego y resultados han caído hasta el punto de que los albiazules vuelven a ocupar plaza de descenso.

Llamadas a la calma y, al mismo tiempo, a la reacción, al cuchillo entre los dientes. Buenas intenciones que esta tarde se encuentran con un examen de entidad porque el equipo gasteiztarra tratará de poner fin a su mala racha nada menos que frente al líder.

Claro que el examinador también tendrá que someterse a su particular prueba. Porque el Recreativo llega a Mendizorrotza en lo más alto de la clasificación, sí, pero también con el peso de dos derrotas consecutivas a sus espaldas. La semana pasada, además, el equipo de Sergi Barjuán, máximo realizador de la categoría, era incapaz de marcar un gol por primera vez en esta Liga.

Algo tendría que ver, probablemente, la ausencia de su máximo artillero Manuel Arana. En ese sentido, el Alavés no se puede quejar porque tampoco ha podido viajar a Gasteiz, al igual que David Córcoles y Fernando Vega, bajas de última hora. Claro que, a cambio, los onubenses recuperan a jugadores importantes en ataque como Jonathan Valle, que regresa tras mes y medio de ausencia, Jorge Larena o Álvaro Antón.

En ese sentido, y por una vez, las noticias también son buenas para el Alavés. O pueden serlo porque habrá que esperar a las pruebas de última hora para saber si Toti y Ion Vélez pueden ser de la partida. Es más probable en el caso del primero, que ayer entrenó con total normalidad, pero hay más dudas en lo que respecta al delantero tafallés. Había trabajado toda la semana con el grupo, pero una sobrecarga le impidió hacerlo ayer. Habrá que esperar hasta el último momento para ver si Natxo González puede alinear al jugador con el que, aparentemente, mejor se ha entendido Viguera en punta de ataque.

Más allá de las piezas que pueda disponer sobre el tapete de Mendizorrotza, el entrenador gasteiztarra confía en que sus hombres actúen con la intensidad competitiva que les ha ofrecido mejores resultados. «Estos dos últimos partidos hemos bajado el nivel -reconoció- y nosotros somos un equipo que tiene que mantener ese espíritu guerrillero. Tenemos que ganar con mucha intensidad y mucho ritmo. Eso a veces te da buen fútbol y otras no tanto, pero somos un equipo de esas características y cuando bajamos, nos convertimos en un equipo vulgar». «Tenemos que recobrar ese espíritu que nos hizo ser un bloque compacto y complicado para los rivales», insistió.