Veintiún días van a cumplir hoy los presos vascos que están en huelga de hambre en la prisión de Sevilla II como protesta por las «duras condiciones de vida» que se ven obligados a sufrir, con restricciones de todo tipo para comunicarse o llevar a cabo diferentes actividades. Son diez los presos que continúan con la protesta -Iker Agirre, Gurutz Agirresarobe, Koldo Aparicio, Asier Arzalluz, Juan Mari Etxebarri, Garikoitz Etxeberria, Jesus Goikoetxea, Manuel Gonzalez, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena y Roberto Lebrero-, ya que el getxoztarra Urtzi Paul tuvo que dejarla por motivos de salud.

Ante ello, un grupo de unos 80 vascos viajó ayer hasta el exterior de la cárcel andaluza para hacerles llegar su calor y solidaridad a pesar de las trabas policiales que tuvieron que soportar, ya que todos fueron identificados y también les requisaron los palos para hacer sonar la txalaparta.

Apedreada una furgoneta

Por su parte, una furgoneta de familiares de presos fue apedreada en Murcia. Según denunció Etxerat, los familiares de los presos retornaban a Euskal Herria cuando su vehículo fue atacado con piedras, sin que se llegaran a registrar daños personales.

Estos continuaron su viaje de vuelta y entraron en la autovía. Fue en ese momento cuando se percataron de que les perseguía un coche en el que viajaban los cuatro agresores, que bajaron las ventanillas y lanzaron otras cinco piedras. Estas impactaron en la carrocería, sin golpear en las lunas y sin causar daños personales. Etxerat aclaró que los ocupantes de la furgoneta se encuentran físicamente bien, «aunque han sufrido un susto importante».

Asimismo, a favor de los derechos de los presos vascos se concentraron el viernes pasado 87 personas en Zornotza, 45 en Amurrio, 20 en Aiara, 73 en Galdakao, 65 en Etxarri-Aranatz, 40 en Araitz-Betelu, 21 en Lezo y 63 en Aulesti.