El Consejo de Gobierno de Lakua aprobará el próximo 26 de noviembre el Plan de Paz y Convivencia -que fue presentado el pasado junio y se articula en tres grandes ejes: pasado, presente y futuro- con la incorporación del «suelo ético» pactado en la pasada legislatura por el PNV, PSE y PP. Así lo adelantaron ayer los diarios del Grupo Noticias y la agencia de noticias Efe. De esta manera, el lehendakari Iñigo Urkullu hace el enésimo guiño a los partidos unionistas para que trabajen a favor del Plan de Paz, ante el rechazo de estos al considerar que EH Bildu no cumple los requisitos del «suelo ético».

La postura que ha mantenido el PP al respecto ha sido la misma desde que la Ponencia de Paz echó a andar, llegando a asegurar que era EH Bildu quien se tenía que sumar «a los acuerdos entre demócratas» e insistiendo una y otra vez en la necesidad de «volver» al «suelo ético» pactado en la anterior legislatura.

Sin embargo, la historia del PSE ha sido diferente. Siempre se ha beneficiado de las cesiones que le hacía el PNV para que continuara en el trabajo de elaboración de la ponencia, pero acabó saboteándola por dentro, al negarse en setiembre a continuar participando en ella. Por ello, el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, aseguró el pasado octubre que la nueva redacción incorporaría propuestas para «mejorar» el texto original y «calmar» las inquietudes que la redacción anterior había provocado entre las formaciones unionistas y «víctimas del terrorismo».

El «suelo ético» se citará en un preámbulo, donde se desarrollará el acuerdo entre PNV, PSE y PP que establece «el reconocimiento de la injusticia de la violencia, del daño causado y de la dignidad de las víctimas» y determina que la consolidación del nuevo ciclo político «solo será posible con la desaparición de ETA».

Diferentes aportaciones

Los medios antes citados señalan que el nuevo texto desarrollado por el Departamento de Paz y Convivencia se presentará públicamente a finales de esta semana por parte de Fernández y añaden que en estos momentos el texto se encuentra en «fase de presentación» al resto de grupos políticos.

El plan de paz contiene 18 línea de actuación, entre ellas, investigar las denuncias por torturas, hace un informe sobre vulneraciones de derechos humanos, reparar a todas las víctimas de la violencia y promover cambio en la política penitenciaria y «la reinserción» de los presos vascos..., y tras su presentación se fijó un periodo hasta el 20 de setiembre para que las distintas organizaciones sociales y políticas -el PSE realizó 25 alegaciones al considerar que el borrador era «ambiguo y complaciente con las tesis de Batasuna»- hicieran sus aportaciones, por lo que puede que se hayan variado algunas líneas de actuación.

En total, se han recibido 28 documentos con sugerencias y propuestas que han ayudado al departamento que dirige Fernández a completar el texto original que tan poco les gustaba a las formaciones unionistas.