Familiares de Brouard y Muguruza piden «una paz real, justa y duradera»

Familiares y amigos de Santi Brouard y Josu Muguruza abogaron por «construir ya una paz real, justa y duradera» en la que los aparatos estatales asuman responsabilidades en «acciones de guerra sucia y de represión criminal» como las que segaron las vidas de los dos destacados militantes de la izquierda abertzale ayer hace 29 y 24 años respectivamente en Bilbo y Madrid. En sus homenajes, volvieron a reclamar «verdad, justicia y reparación» para estos casos.

Los monolitos en recuerdo de Josu Muguruza y Santi Brouard, en Errekalde y Ametzola, fueron un año más escenario de sendas ofrendas florales en recuerdo de ambas víctimas de la guerra sucia, en las que las 150 personas que se reunieron renovaron su compromiso de mantener siempre viva su memoria. También en Lekeitio, localidad natal de Brouard, un grupo de vecinos se concentró ante la casa consistoria, marchando hasta la tumba del reconocido pediatra y presidente de HASI para depositar flores en su tumba y entonar ``Eusko gudariak'' en su honor.

Además de los familiares, a la cita en Bilbo acudió una amplia representación de la izquierda abertzale con Hasier Arraiz, Amaia Izko, Pernando Barrena e Itziar Aizpurua a la cabeza, junto a los expresos Patxi Gómez e Inmaculada Noble. También estuvo en ambos escenarios la directora de Víctimas y Derechos Humanos de Lakua, Monica Hernando, mientras la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, y su compañero Juan Félix Naberan se sumaron al homenaje en Ametzola.

En ese espacio, flanqueada por los retratos de ambos militantes de la izquierda abertzale, Idoia Muruaga inició su intervención reclamando la verdad sobre sus muertes, «aún no del todo aclaradas», y «justicia para sus familias y para todo este país, que exige conocer quiénes les asesinaron, y a las órdenes que quién actuaron». Insistió en que los estados deben asumir responsabilidades, a los que acusó de auspiciar «estas y tantas otras acciones de guerra sucia y de represión criminal».

Familiares y amigos exigieron sin ambages «verdad, justicia y reparación» en todos los casos de violencia del Estado. Muruaga lamentó que dos años después del cese de la actividad armada de ETA, «los gobiernos han dado la espalda a sus responsabilidades y han eludido comprometerse con un escenario de paz». «Ni afrontan un proceso de diálogo resolutivo ni cesan en sus ataques represivos», enfatizó, enumerando distintos ejemplos y concluyendo con el caso de Iñigo Cabacas, del que dijo «lleva desgraciadamente el mismo camino de impunidad que tantas veces antes hemos conocido».

Acusó a quienes hablan de la importancia del relato, de evitar construir uno abierto y sincero, «que tenga en cuenta las múltiples aristas de un conflicto complejo. No buscan -denunció - un relato compartido sino construir una versión oficial, al estilo de los comunicados del Ministerio de Interior: falsa, parcial, maniquea, increíble».

Exigió al Ejecutivo español que reconozca, como lo hizo el domingo el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán en una entrevista, que «sí torturamos, torturamos a miles, lo reconocemos, pedimos disculpas y nos comprometemos a reparar el daño causado y garantizar que no se volverá a repetir este crimen». Muruaga dejó claro que no pretenden presentar una lista de agravios «para caer en una réplica y contraréplica eterna», pero tampoco van a permitir «una versión distorsionada, parcial y mentirosa».

Suma de verdades

Familiares y amigos de Brouard y Muguruza señalaron que se necesita una aportación colectiva, «una verdad que sea la suma de todas las verdades para que pueda ser un instrumento de construcción de la convivencia y no una seudoverdad convertida en un arma arrojadiza».

«Entendemos el dolor -confesó-, lo hemos vivido en carne propia, y sabemos que a veces este puede causar obcecación, ceguera, ansias de venganza. Sabemos que quien ha sido víctima de un acto violento puede a veces hablar desde la emotividad extrema. Pero exigimos a los que son, o dicen ser, responsables políticos, la madurez que requiere el momento histórico. Hay que construir desde ya una paz, justa y duradera».

Tampoco pasó por alto que las «voces más extremistas» contra la resolución del conflicto procedan de fuera del país mientras vascas y vascos apuestan por la contrario. «Aquí hemos sufrido, se nos ha hecho sufrir y en ocasiones hemos hecho sufrir a otros con lo que ahora tenemos que vivir. Y no queremos vivir juntos simplemente, sino que queremos convivir. Desde la diferencia, desde la confrontación política firme pero pacífica y democrática», comentó.

Idoia Muruaga dijo que no buscan «sembrar odio ni pedir venganza» y sí escuchar y ayudar «a superar los traumas que la violencia ha ocasionado en quienes han sido sus víctimas». Recordó que no desean vencer sino convencer y con ese espíritu no piden a nadie «que renuncie a sus ideas, porque nosotras no queremos renunciar a las nuestras».

Lo que sí tienen claro, y así lo verbalizó Muruaga, es que no van «a comulgar con ruedas de molino». «Los que enterraron bajo su suelo ético a Lasa y Zabala, bajo su ética de cal viva -subrayó-, no nos van a dar lecciones ni a exigir rectificaciones o perdones unilaterales».

Bajo esa premisa, mostró su disposición «a estrechar la mano de quien quiera participar en un proceso de distensión que favorezca la consolidación de un escenario de paz total en la que además de no existir violencia, se puedan defender y materializar por vía democrática todos los proyectos políticos». Todo ello, partiendo de que Santi Brouard y Josu Muguruza «dedicaron su vida a luchar por la paz y la libertad».

Maribi Ugarteburu anima a perseverar en el camino emprendido «ante el Estado débil»

Maribi Ugarteburu animó ayer a perseverar en el camino emprendido por la izquierda abertzale ante un Estado español, que no da más que muestras de su «debilidad» con llamadas a la ilegalización de Sortu. La portavoz de esta formación independentista, que intervino a la tarde en el acto político de homenaje a Santi Brouard y Josu Muguruza que se celebró en el Bizkaia Aretoa, manifestó que el Estado español «está pilotado por los enemigos de la paz», de ahí su afán en que dé «marcha atrás» el proceso impulsado por la izquierda abertzale, aunque para ello emplee todas las armas «antidemocráticas» en su mano desde la persecución a organizaciones políticas y sus representantes hasta el acoso y linchamiento a presos y sus familiares.

A pesar de esa ofensiva, Ugarteburu fue optimista, al aventurar que «Euskal Herria y Catalunya nadarán en el mar de los derechos mientras España se hunde». Ante los embates represivos cada vez más fuertes que, en su opinión, no hacen sino desnudar la debilidad del Estado, abogó por seguir tejiendo alianzas y complicidades con otros. Recordando algunos de los mensajes más repetidos por Brouard y Muguruza, pidió a la gente de izquierda y abertzale que no se dejen llevar por los mensajes que transmiten aquellos que no apuestan por el cambio, evitando la frustración y el bloqueo.

Fue una de las ideas transmitidas en un acto en el que se subrayó el compromiso de ambas víctimas de la guerra sucia, como de miles y miles de ciudadanos vascos a lo largo de décadas. En ese aspecto, en un video, se incluyó el mensaje transmitido ayer por militantes de la izquierda abertzale a las puertas del Hotel Alcalá, en Madrid, donde murió tiroteado Josu Muguruza. Allí, Rufi Etxeberria expresó al pueblo vasco que continuarán con la lucha y el compromiso para alcanzar la paz y la libertad, «que garantice los derechos de Euskal Herria». A.G.