GARA

La desunión rebelde y sus éxitos bélicos llevan a Damasco en volandas a Ginebra

El recurso a la vieja táctica del sitio y la experiencia en guerra urbana de sus aliados chiíes explica la exitosa ofensiva militar de Damasco, conjugada con la desmotivación de unos rebeldes, alimentada por la semilla de la división yihadista y por la apuesta diplomática de EEUU.

El régimen sirio llegará en una posición de fuerza a la segunda conferencia internacional de Ginebra animado por las divisiones en el seno de los rebeldes armados y avalado militarmente por el apoyo de Irán, Hizbullah y de milicias chiíes iraquíes.

La toma el lunes de la localidad estratégica de Qara (centro) es la última de una serie de victorias en el extrarradio de Damasco y en Alepo (norte).

Los rebeldes, que llegaron a controlar vastas zonas cerca de la capital, están profundamente divididos. El Ejército Sirio Libre acusa a los yihadistas del Frente al Nosra y del EIIL (Al Qaeda) de estar más interesados en su propia agenda que en frenar al Ejército sirio. El EIIL ejecutó recientemente en Idleb (noroeste) a un comandante rebelde y a dos miembros de su brigada tras requisarles una botella de Arak.

El coronel Abdel Jabbar al-Okaidi, artífice del avance rebelde en Alepo en julio de 2012, asegura que «Irán, Hizbullah y las milicias (iraquíes) de Abul Fadel al-Abbas están animadas por la convicción y la fe (...) No tienen deserciones y son capaces de resistir mucho tiempo. Tienen experiencia en la guerra urbana y disponen de armas nuevas nunca vistas», añade.

Táctica del sitio

Desde hace meses, el Ejército sirio recurre a una táctica que data de la antigüedad: el sitio. «Cuando tomamos el control de una región, impedimos la entrada de refuerzos y armas. Cercamos los territorios de nuestros enemigos. Es más largo pero más eficaz», asegura un responsable del Ejército sirio.

Así, el régimen está llevando a cabo una estrategia militar envolvente en el sur de Damasco, en el sureste de Alepo y en Qalamun, en el centro, para cortar el aprovisionamiento rebelde. Con ello aísla el sur de la capital de sus alrededores fragmentando los bastiones rebeldes. Algo parecido está haciendo en su ofensiva en el flanco sureste de Alepo y en Qalamun (centro), estratégica para el aprovisionamiento rebelde desde Líbano.

Opositores en el interior no niegan lo acertado de esta ofensiva pero ponen más el acento en la desunión rebelde y en que no tiene armamento pesado.

No hay que olvidar el duro golpe que supuso para los rebeldes la marcha atrás en los planes de intervención de EEUU y el hecho de que todo apunta a que la salida de Al-Assad no está en la agenda de las cancillerías mundiales. «Muchos combatientes se preguntan para qué seguir luchando si todo se decide fuera del país», señalan.