EDITORIALA
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Son ellos quienes han perdido todo el crédito

El Parlamento de Gasteiz rechazó ayer, con los votos de PNV, PSE, PP y UPyD, crear una comisión que investigue la muerte de Iñigo Cabacas y, por tanto, cegó cualquier opción de avanzar en la búsqueda de la verdad fuera del ámbito estrictamente judicial y la posibilidad de que se depuren responsabilidades políticas. Asimismo, esos cuatro partidos faltaron a la palabra dada al padre y a la madre del joven basauriarra, porque fueron ellos, Manuel y Josefina, quienes hace seis meses pidieron a todos los grupos que constituyeran una comisión parlamentaria, y la respuesta unánime que recibieron entonces fue que harían todo lo posible por esclarecer los hechos.

Han mentido a la familia con el mismo cinismo que mostró hace año y medio el exconsejero de Interior Rodolfo Ares, quien comprueba ahora, satisfecho, que la persona que le ha sucedido al frente de la Ertzaintza y su partido mantienen la misma actitud escapista que él. Quienes rechazan la comisión alegan que ya existe una investigación judicial, un argumento endeble, pues nada impide que ambas caminen en paralelo, y porque es evidente que hay responsabilidades que trascienden el ámbito penal. Por otra parte, si siempre han tenido claro que un hecho que está en sede judicial no puede ser abordado por el Parlamento, ¿por qué empeñaron su palabra ante unos padres rotos por el dolor?

Es lamentable también el argumento de que, al presentar esta iniciativa, EH Bildu busca desprestigiar a la Ertzaintza, pues matar de un pelotazo a un joven que celebraba la victoria de su equipo es por sí mismo suficiente motivo de desprestigio. Al contrario, con su apoyo a la Policía en toda circunstancia y contexto, haga lo que haga, los partidos que han rechazado investigar la muerte de Iñigo Cabacas son quienes han perdido todo el crédito, y también la legitimidad para hablar de víctimas, de reparación o de suelo ético. Son los hechos los que retratan a las personas y a los colectivos, y estos cuatro grupos salen muy malparados, una vez más.