Ucrania suspendió la preparación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE), cuya firma estaba en el orden del día de la cumbre que se celebrará en Vilna los días 28 y 29, según un decreto del Gobierno publicado ayer en su página web.

Este decreto, firmado por el primer ministro Mykola Azarov, ordena «suspender el proceso de preparación del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE para garantizar la seguridad nacional, reactivar las relaciones económicas con Rusia y preparar el mercado interior para relaciones de igual a igual con la Unión Europea». Ucrania propone también a Moscú y a la UE crear una comisión tripartita sobre el comercio y «reactivar un diálogo activo con Rusia y otros miembros de la Unión aduanera», dirigida por Moscú.

El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, aseguró de viaje oficial en Viena que su país continuará trabajando para su integración en la UE. Ayer por la mañana, el Parlamento ucraniano rechazó todos los proyectos de ley que hubieran permitido a la opositora encarcelada Yulia Timoshenko -exprimera ministra y rival del presidente Viktor Yanukovich en las elecciones de 2010- viajar al extranjero para recibir atención médica, algo que la UE reclamaba antes de la firma de un acuerdo de asociación a finales de noviembre.

La perspectiva de este Acuerdo de Asociación ha generado una intensa lucha de influencia entre la UE y Rusia.

Moscú siempre se ha opuesto a cualquier giro hacia Occidente por parte de Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, había amenazado con adoptar medidas comerciales en represalia si Kiev sellaba el pacto con la UE. En concreto, presionó a Yanukovich para que se uniera a la unión aduanera de la que también forman parte Bielorrusia y Kazajistán, algo incompatible con el acuerdo con la UE.

Además, el encarcelamiento de Timoshenko, condenada a siete años de cárcel por abuso de poder, es considerado por la UE como un ejemplo de «justicia selectiva» y la insistencia de los Veintiocho para que sea puesta en libertad ha irritado sobremanera a Yanukovich, que ve en ella a una posible rival de cara a las elecciones presidenciales de 2015.

El comisario europeo a cargo de la Política de Vecindad, Stefan Füle, viajó ayer mismo a Kiev para intentar desbloquear la situación sobre el «caso Timoshenko» e impedir que naufragara el acuerdo entre la UE y Ucrania, objetivo que, finalmente, reconoció no haber cumplido tras intensas negociaciones.