Juan José Santolaya, José Maria Muñoz, Karlos San Martín (*)
Profesores del CIP Donapea
GAURKOA

Donapea: Amén

¿Estorba que un centro de FP esté cerca de la Universidad de Navarra?», se preguntan los autores que interpelan al Consejero de Educación y al rector de la Universidad en este artículo en el que detallan los intereses y las indecencias detectadas en la operación de Donapea. Muestran su preocupación porque la Universidad privada «volverá a la carga» cuando las circunstancias le sean favorables y concluyen con peticiones concretas y de sentido común a la Universidad del Opus.

La movilización de la sociedad navarra ha tenido como consecuencia que en dos días y en una operación, suponemos pactada entre la Universidad de Navarra, UPN y PSN, el rector se viera obligado a renunciar al Plan Donapea, el Gobierno a retirar el PSIS y como compensación, el PSN a votar en contra de la modificación de la Ley de Ordenación del Territorio, con el fin de dejar en bandeja a UPN una puerta abierta a otro PSIS (Planes y Proyectos Sectoriales de Incidencia Supramunicipal) distinto del actual. De esta manera, dos años y medio después de que se firmase el Convenio entre el Gobierno de Miguel Sanz y la Universidad, con el apoyo explícito de Roberto Jiménez, parece ser que tras todo el revuelo que se había levantado con este Plan, este ha llegado a su fin, por lo menos a corto plazo. Nos imaginamos que la Universidad privada intentará, cuando las circunstancias le sean favorables, volver a la carga, a fin de conseguir, con PSIS o sin él, la ansiada parcela de Donapea; ha sido así desde hace 34 años y seguirá siéndolo en el futuro.

¿Por qué este empeño en conseguir esta parcela? ¿Estorba que un centro de FP esté cerca de la Universidad de Navarra? ¿Qué hay detrás de esta operación? ¿A qué se debe el secretismo de este plan que ni los responsables políticos del Departamento de Educación saben nada de él? ¿Cuántas falsedades se han dicho en estos dos años para justificar el Plan? ¿Es comprensible la actitud del alcalde de Pamplona a lo largo de todo el procedimiento? Sr. Consejero de Fomento: ¿recuerda cuando manifestaba que había que agradecer a la Universidad de Navarra su interés por la parcela de Donapea no teniendo valor alguno?

Sr. Consejero de Educación: aclárese ¿la parcela San José reúne las condiciones idóneas para instalar un macrocentro de FP?, al principio del proceso decía que sí, cuando tenía que negociar con el PSN y estaba buscando otra distinta, decía que no. Sr Iribas, usted nos ha tachado de sectarios y de actuar con prejuicios ideológicos. Simplemente por rechazar unánimemente el traslado ¿todos los profesores del claustro de Donapea, respondemos a ese perfil?, ¿todos pertenecemos a la misma secta?, ¿todos tenemos la misma ideología?, ¿todos pertenecemos al mismo partido político o al mismo sindicato? ¡Lamentable!

Sr. Rector de la Universidad: ¿tienen, o no, una opción «b» para sus centros de investigación? ¿Usted cree que la sociedad navarra puede admitir chantajes del tipo en Donapea o en ningún otro sitio?, o ¿en Donapea o nos vamos a San Sebastián? o ¿Si no va a Donapea nos volveríamos a plantear qué hacer con los centros? Por lo visto se le han olvidado los principios que figuran en el Protocolo firmado por la Universidad con el Gobierno de Navarra en el que se destaca la importancia de la investigación aplicada en materia de salud para la mejora del desarrollo humano, en un modelo de desarrollo basado en la innovación, el alto valor añadido, el desarrollo del talento y su apli-cación en áreas económicas como son la salud y la agroindustria. ¿El desarrollo de estos princi-pios solamente puede llevarse a cabo en la par-cela de Donapea? ¿Por qué no los aplican cons-truyendo los centros en su campus? ¿No será que estos principios enmascaran una apropia-ción de nuestra parcela con fines inconfesables?

El rector sigue afirmando que el campus está saturado de construcciones, no hace falta nada más que darse una vuelta por allí para comprobar la falsedad de su afirmación. Compare los m2 que tiene la UPNA con los que tiene su campus. ¡y todavía quieren más!. Eso se llama egoísmo, para algunos el denominado octavo pecado capital y para otros el sexto, la avaricia. Usted justifica que la Universidad quiere ocupar los terrenos del CIP Donapea para preservar el campus con una gran superficie verde. El campus tiene una superficie de 1.000.000 m2 ¿quiere convencernos de que en el futuro, con el fin de preservar el campus, no van a construir ningún edificio en los 431.000 m2 de terreno edificable de los que disponen?, ¡increíble!

Además ustedes dicen que en este Plan no hay ni vencedores ni vencidos y que no produce efectos colaterales. Claro que los hay y muchos, y con consecuencias nefastas para la sociedad navarra. Los recursos son escasos y el dinero que debe invertir el Gobierno de Navarra para construir un nuevo centro es muy elevado, ¿de dónde lo saca? ¿Qué gastos debe recortar? ¿de bienestar social? ¿de la enseñanza y sanidad públicas?. Por lo visto, para usted eso no son efectos colaterales, únicamente piensa en los intereses de su Universidad. ¿Y los del resto de la sociedad? ¿No es más prioritario atender a los más de 60.000 navarros que están en situación de riesgo de pobreza extrema?

También nos gustaría recordar al Departamento de Educación que han pasado los tiempos de usar expresiones huecas para justificar el Plan de Donapea, como que el Gobierno de Navarra está llevando una clara apuesta por el desarrollo de la FP en Navarra. Porque si fuera así y fuese sincera la preocupa-ción que tienen por la FP, esta se debería plas-mar con PSIS o sin él, no solamente en Donapea sino en todos los Centros de FP de Navarra.

A lo largo de este tiempo ha habido un gran interés en demostrar que nuestras instalaciones están obsoletas y que requieren una gran inversión para su modernización. En el plan de viabilidad económica desarrollado a estos efectos, increíblemente, ustedes calculaban que el coste de la reforma de las instalaciones del CIP Donapea ascendía a 9.396.672 euros.

Por lo tanto, ahora que el PSIS está retirado, si son consecuentes y piensan que el CIP Donapea es un centro agotado estructuralmente, tienen una ocasión magnífica para realizar en él una actuación integral, invirtiendo en el centro, según sus palabras, los nueve millones que ustedes estiman necesarios. Pero no, no es nuestro estilo, nosotros solamente pedimos tener unas instalaciones dignas donde podamos desarrollar nuestra función y pensamos que si se invirtiera en nuestro centro solamente un porcentaje muy pequeño de esa cantidad, podríamos tener instituto para otros 30 años. Preferimos que inviertan el resto del dinero en otros centros que llevan años demandándolo: Escuela Sanitaria, Castejón, Abárzuza, Roncal, Biurdana, etc

Además, han repetido machaconamente que este instituto está aislado. Por lo tanto, ahora que el Plan Donapea está paralizado, deberían procurar que el transporte urbano llegue hasta el instituto, aunque solamente fuese al inicio y al final de la mañana. También sería conveniente que solucionasen los problemas de aparcamiento que soportamos, así como los ac-cesos al centro, por lo que requerimos la construcción de una nueva rotonda. Por cierto, si la rotonda que hicieron el año pasado para acceder a los aparcamientos de los comedores de la Universidad de Navarra la hubieran hecho unos metros más adelante el problema estaría ya solucionado. No obstante, no hace falta decir que lo que requerimos más urgentemente es que se incremente la dotación de recursos humanos y materiales, para compensar los recortes efectuados los últimos años.

Y a nuestros vecinos de la Universidad, les invitamos a que construyan muchos centros de investigación, a que inviertan muchos millones de euros y a que creen muchos puestos de trabajo, pero todo ello en sus terrenos (repetimos, en sus terrenos). También les pedi-mos que sea eliminada la simulación que figura en su página web, en la que figuran los centros de investigación en las actuales instalaciones de Donapea. Y, de paso, en aras de una buena vecindad y al cumplimiento de las normas, desearíamos que quiten la alambrada que sepa-ra su campus de nuestro instituto. No pedimos que nos dejen utilizar su aparcamiento de los comedores, pero si fuese así, pondrían en prác-tica la tercera virtud teologal, la caridad. Amén.

(*) Firman asimismo este artículo: Nekane Otxotorena, Serafín García y 68 profesores más.