EDITORIALA
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El PNV dejó muchos fuegos encendidos

El acuerdo alcanzado entre Bidegi y Bidelan para cambiar el contrato suscrito entre ambas partes y que mantiene su vigencia hasta 2018 va a suponer un ahorro de más de 17 millones de euros para el organismo público, una cantidad que es aun mayor -hasta veinte millones- si se tienen en cuenta otras medidas adoptadas durante la presente legislatura. Montante que ya no tendrá que ser desembolsado por las arcas guipuzcoanas y a cambio del cual la Diputación retirará la denuncia por lesividad que había sido admitida a trámite.

El litigio tiene su origen en las modificaciones que se hicieron en 2010 en el contrato entre Bidegi y Bidelan, por el que los pagos dejaron de calcularse en función del tráfico y pasaron a hacerse en base a una fórmula que garantizaba a la adjudicataria un beneficio de 7,7%. A consecuencia de esta maniobra, la empresa se ha embolsado en los últimos tres años 15,6 millones de más. Este nuevo pacto, que pone fin a ese sobreprecio que resultaba oneroso para los contribuyentes guipuzcoanos, ha sido dado a conocer pocos días después de que quedara sin efecto de mutuo acuerdo otro contrato suscrito por el gobierno anterior, el que contemplaba la construcción de la incineradora de Zubieta.

Hace dos semanas, cuando se anunció el fin de la incineradora, la oposición acusó al Gabinete de Martin Garitano de despilfarro, pese a que los ocho millones de indemnización a Gipuzkoa CGR palidecen si se comparan con los 400 millones que hubiera costado esa infraestructura. De hecho, frente a las acusaciones vertidas por PNV, PSE y PP, lo cierto es que desde que se hizo cargo de la Diputación Bildu se ha visto obligado a renegociar, en algunos casos, o denunciar, en otros, algunos de los acuerdos suscritos por los anteriores gestores de la administración, siempre en condiciones ventajosas para la contraparte privada y gravosas para la hacienda pública. Puede decirse que la formación abertzale lleva dos años intentando apagar los fuegos que los jeltzales dejaron encendidos y que por su volumen -Bidegi tiene un agujero de 900 millones- podrían arrasar los bolsillos de todos los guipuzcoanos.