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El Gobierno ucraniano avisa a la oposición y a sus aliados de la UE

El Gobierno ucraniano advirtió ayer a la oposición y a sus aliados de la Unión Europea contra una escalada de tensión en las calles y subrayó que deben aceptar el voto de confianza que recibió el Ejecutivo en el Parlamento el pasado martes. Las protestas seguían ayer en Kiev, donde los opositores intentaron bloquear la sede gubernamental.

Mientras la oposición mantiene en torno a los edificios gubernamentales las protestas contra el Ejecutivo ucraniano, este advirtió contra una escalada de las tensiones. «El Parlamento expresó ayer la confianza en el Gobierno. Es un hecho que la oposición y nuestros socios en el extranjero deben aceptar», declaró el primer ministro, Mykola Azarov, tras el consejo de ministros.

El pasado martes la mayoría del Parlamento rechazó una moción de censura presentada por tres partidos de la oposición contra el Gobierno.

«Pido parar esta escalada de tensión política», declaró Azarov. Un centenar de manifestantes intentaron ayer de nuevo bloquear la sede del Gobierno donde se celebró el consejo, en pleno centro de Kiev, aunque la Policía cerró todos los accesos.

Los opositores acusan a Azarov de «haber vendido Ucrania a Rusia» y le responsabilizan personalmente de la violencia de la Policía contra los manifestantes que reclaman la firma de un acuerdo de asociación con la UE.

A su vez, los líderes europeos expresan abiertamente su frustración por la decisión de Kiev de rechazar la firma del acuerdo, el pasado viernes en Vilna, después de tres años de negociaciones. Kiev estima que suponía un trato humillante para Ucrania y considera los costes que supondría, tanto por las condiciones impuestas por la UE como por la pérdida de los mercados y apoyos rusos.

«Quiero decir a a la gente que vuestros líderes os empujan a un delito. Ellos van a refugiarse detrás de su inmunidad parlamentaria, pero vosotros no tenéis medios para refugiaros», añadió Azarov. «La razón que está en el origen de las protestas en la calle no existe», afirmó, recordando que una delegación ucraniana se trasladó ayer a Bruselas para seguir negociando sobre el acuerdo de asociación. A la vez, otra delegación se dirigió a Moscú para discutir el acuerdo de unión aduanera que está impulsando Rusia con las que fueron repúblicas soviéticas.

Pero Bruselas no confirmó la visita. «No podemos confirmar la visita de una delegación ucraniana. La fecha y el lugar se decidirán a través de los canales diplomáticos habituales, y cuando se llegue a un acuerdo se anunciará», afirmó Peter Stano, portavoz del comisario de Política de Vecindad, Stefan Füle.

Una fuente comunitaria aseguró, sin embargo, que la UE «no está dispuesta a reabrir las negociaciones sobre el acuerdo de asociación».

Westerwelle en las protestas

El ministro alemán de Exteriores insistía ayer en que «las puertas de Europa siguen abiertas», y lo hizo después de reunirse con el líder de Batkivschina (Patria), Arseni Yatseniuk, y con el de Udar (Golpe), el campeón del mundo de boxeo Vitali Klitschko, dos de los dirigentes opositores que -junto a la ultraderecha de Svoboda (Libertad) - están conduciendo las protestas en la capital ucraniana.

Westerwelle también se unió a ellas en la plaza de la Independencia, donde permanecían unos 3.000 manifestantes con algunas tiendas de campaña, envueltos en ropas de abrigo y en torno al fuego, junto a pancartas en las que se leía «Ucrania es Europa».

Con gritos de «Vergüenza», y «Dimisión» intentaron bloquear el acceso a la sede del Gobierno exigiendo la dimisión del Ejecutivo y del presidente, Viktor Yanukovich, quien seguía ayer en China en una visita oficial, que rechazó suspender en aras a los intereses económicos de Ucrania.

Otros seguían bloqueando el ayuntamiento de Kiev, ocupado desde el domingo, cuando tuvieron lugar las manifestaciones multitudinarias y enfrentamientos con la Policía.

Los tres expresidentes que se han sucedido al frente de Ucrania desde su independencia en 1991 -Leonid Kravchuk, Leonid Kuchma y Viktor Yushchenko- dieron su apoyo a las protestas en una carta conjunta en la que mostraron su «solidaridad con acciones pacíficas de cientos de miles de jóvenes ucranianos».

Rechazada por Kiev, la UE se ve deseada en las protestas

Rechazada por Ucrania con la negativa a firmar el acuerdo de asociación, la UE presume de valores y nivel de vida y se siente reconfortada por las protestas en Kiev, donde ondean las banderas azules y claman por el acercamiento a la Unión. Según el Gobierno alemán, muestran que «el corazón del pueblo ucraniano late por Europa». Pero si parte de la población busca estabilidad y un alejamiento de la presión de Rusia, otros observan que Bruselas no ofrece el horizonte de la integración, varios países llaman hace años a la puerta de la UE sin avances y los países del Este que entraron tras cumplir duras condiciones no han visto superadas la desconfianza y las trabas a sus trabajadores. GARA

Occidente quiere evitar un tono duro por las cuestiones de Siria e Irán

EEUU y sus aliados europeos prefieren mantener un tono bajo en sus críticas a Ucrania, como las recogidas en la declaración de ministros de Exteriores de la OTAN que pidió a Gobierno y oposición «iniciar un diálogo y un proceso de reformas, absteniéndose de toda provocación», aunque condenando el uso de la fuerza contra los manifestantes. «El tono es más bien moderado. Se trata de no molestar a Rusia en un momento en el que trabajamos bien con ella en las cuestiones nuclear iraní y de las armas químicas sirias», según un diplomático europeo. Aun así, Moscú la consideró un «mal mensaje» que crea «una visión deformada de la realidad», y denunció la injerencia de EEUU y la UE en asuntos internos ucranianos. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, de visita en Moldavia, que sí aceptó el acuerdo con la UE, dijo que «los ucranianos deben tener la posibilidad de elegir su futuro». GARA