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PNV y EH Bildu insisten en alejar el debate sobre paz del ruido mediático

El debate sobre paz y normalización debe alejarse del ámbito mediático, insistió ayer el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga, quien destacó que el grupo abertzale y el PNV tienen representatividad suficiente para reactivar la ponencia. Ambos grupos votaron el jueves a favor de impulsar el debate en ese foro, lo que sirvió de excusa a PSE y PP para criticarlo. Joseba Egibar criticó a estos dos partidos por bloquear las iniciativas que se toman en el Parlamento.

El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga defendió ayer que el debate sobre paz «se tiene que sustraer del calor y los focos, pero no de los taquígrafos» y subrayó que su grupo, junto al PNV tienen representatividad suficiente para seguir adelante en la ponencia de paz. Ambos grupos votaron el jueves a favor de que las cuestiones relacionadas con este tema salgan del debate público y mediático y se desarrollen en el ámbito de la ponencia parlamentaria frente a una propuesta de PSE y PP que propugnaba de nuevo la «deslegitimación de ETA».

Tras recordar que EH Bildu está en la ponencia porque participa en todos los foros en los que se hable de paz, Arzuaga, en una tertulia en Radio Euskadi, remarcó que «algunas cuestiones que se han dado en torno a los presos, así como la ejecución de una sentencia de Estrasburgo en torno a los presos, a algunos les genera cierta tensión y necesidad de reactivar el debate»

«Estos debates se tienen que sustraer del calor y los focos, pero no de los taquígrafos. En la ponencia de paz se puede hablar, incorporar grupos que tengan cosas que decir y se puede llegar a una síntesis», explicó el parlamentario abertzale.

Preguntado por su posición sobre el «suelo ético», Arzuaga reconoció que EH Bildu lo asume «porque lo ha asumido una mayoría y respetamos lo que estas dicen, pero no se comparte porque tenemos discrepancias». «El tema no es de dónde partimos, sino a dónde nos conducimos. No defendemos violencia alguna ni ninguna imposición», añadió a este respecto.

Joseba Egibar, portavoz del PNV, por su parte, acusó a PSE y PP de practicar una modalidad de filibusterismo, figura estadounidense para bloquear iniciativas parlamentarias.

«Hacen una estrategia de huida, al preferir el contraste de estas cuestiones en los medios de comunicación y en el Pleno del Parlamento antes que en la ponencia», añadió.

En este sentido, recordó que con la votación de PNV y EH Bildu, el Parlamento de Gasteiz ha aprobado «por mayoría absolutísima» que el debate de paz y convivencia se lleve a cabo previamente en la ponencia y rechazó que los jeltzales busquen «negar al pleno que se sustancien este debate». «Resulta difícil explicar a la gente que estemos dispuestos todos los jueves a discutir sobre estos temas en público, sin limitación alguna, y no se haga esto en un formato que también tiene establecido el Parlamento y que es más discreto», destacó.

El parlamentario del PSE José Antonio Pastor acusó al PNV de tener «una actitud un poco escapista al querer refugiarse en la ponencia de paz en vez de realizar un pronunciamiento público en el Pleno del Parlamento» en contra de los recibimientos a presos liberados.

Laura Garrido (PP) arremetió contra el PNV por «plegarse a las peticiones de la izquierda abertzale» y añadió que es necesario que EH Bildu «condene la historia criminal de ETA» para que el PP acuda a la ponencia.

Cuadra une la cerrazón del PP a la herencia franquista

La actitud de cerrazón que mantiene el Gobierno del PP hacia el proceso de normalización y pacificación en Euskal Herria tiene un estrecho vínculo con la herencia del franquismo que se mantuvo durante la denominada transición, según destacó el viernes el diputado de Amaiur Sabino Cuadra en el centro Laurak Bat, la euskal etxea de Buenos Aires.

En este sentido, recordó que el PP se niega a dar paso alguno en la dirección marcada por la Declaración de Aiete, sino que va en sentido contrario mediante el mantenimiento hasta el último momento de la doctrina 197/2006 y los macrojuicios en la Audiencia Nacional, la ilegalización de Herrira o el cierre de Ateak Ireki. «Todo esto tiene mucho que ver con las fuertes herencias franquistas hoy presentes en las instituciones y la vida política españolas», subrayó.

«La ley denominada de Amnistía de 1977 no fue sino un fruto más de aquella transición tramposa que escondió bajo las alfombras de la nueva `democracia' todos los crímenes del franquismo: asesinatos, desapariciones, cárcel, exilio, niños robados, trabajo esclavo», destacó Cuadra, que lamentó que reivindicaciones como libertad, soberanía y autodeterminación fueron olvidadas por sectores de izquierda española para aceptar «una constitución coronada por un rey designado por Franco».

Por ello, el diputado de Amaiur destacó que la querella argentina contra los crímenes del franquismo y la apuesta por la paz y la normalización democrática en Euskal Herria forman parte de una misma lucha. GARA